LA CARTA DE FRANCO A CASARES QUIROGA

Existe testimonio que el 10 de julio Casares Quiroga informó al Consejo de Ministros de la existencia de una conjura militar, aunque carecía de pruebas, que podría estallar en 48 horas. Si el Frente Popular detuvo sin miramientos a falangistas, carlistas y derechistas en general, con los militares se contentó con remover de sus puesto a los más críticos al Frente Popular. El Gobierno estaba más preocupado por los anarquistas y por los movimientos del minoritario Partido Comunista que por los militares. Los militares, para Azaña, eran un tigre de papel que, en caso de alzarse, fracasarían en la grandes ciudades en un par de semanas a lo sumo. Los intentos de militares como Franco, que escribió una carta personal a Casares Quiroga pidiéndole más respeto para los militares, fueron interpretadas como debilidad. Martínez Barrios, elegido nuevo jefe de gobierno, el día 19 a las 4 de la madrugadas habló con Mola, que 5 días antes había intentado hablar con el político si éxito. Intentó parar el golpe y la guerra, llegando incluso a prometerle varias carteras a Mola, pero la suerte ya estaba echada.