La Razón (1ª Edición)

Heridos seis guardias civiles en el asalto de 300 inmigrante­s a la valla

300 personas que se encontraba­n en el monte Gurugú intentaron entrar por la fuerza en España y causaron heridas a seis agentes

- J . M. Zuloaga - Madrid

El salto del vallado de Melilla, protagoniz­ado ayer por entre 250 y 300 subsaharia­nos, 50 de los cuales lograron entrar en territorio nacional, estaba perfectame­nte organizado y los asaltantes venían dispuestos a utilizar la violencia con todos los utensilios que tuvieran a su alcance y a enfrentars­e en peleas cuerpo a cuerpo con los agentes de la Guardia Civil. Seis de ellos resultaron heridos.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes que siguen de cerca este asunto, una de las novedades del salto de ayer es que lo protagoniz­aron la totalidad de los que se escondían desde hace semanas al oto lado de la frontera, en especial el Monte Gurugú y zonas adyacentes.

Marruecos ha realizado en las últimas semanas varias redadas en la zona y ha trasladado a varios centenares de subsaharia­nos a zonas cercanas con Argelia y al antiguo Sáhara español. Por eso, ayer quedaban esos 300 que, ante el temor a nuevas operacione­s, estaban dispuestos a entrar por la fuerza en Melilla.

Con todo, el problema subsiste para España ya que, según las citadas fuentes, en estos momentos, momentos, entre Alhucemas y Río Negri están escondidas unas 400 personass, en lugares a unos 50 kilómetros de la costa, a la espera de ser llamados, tras el pago de importante­s cantidades de dinero, y abordar una patera o embarcació­n similar con la que iniciar travesía hacía la Península.

Los 300 que intentaron saltar el vallado ayer habían diseñado una estrategia, destinada a evitar que las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes pudieran concentrar sus esfuerzos de contención y tuvieran que dispersar a los agentes en una zona lo más amplia posible (1.500 metros).

Una vez iniciado el salto, alrededor de las 7 de la mañana, la Guardia Civil desplegó en la parte española del vallado los agentes disponible­s.

Uno de los subsaharia­nos que logró saltar, al encontrars­e con un agente que le trataba de cerrar el paso, le propinó de manera deliberada un cabezazo en la cara lo que le provocó serias lesiones en el tabique nasal.

Otros cinco agentes resultaron con lesiones de diversa índole como consecuenc­ia de los golpes recibidos por parte de los asaltantes, asaltantes, que actuaban con una extrema agresivida­d.

Iban armados de los garfios que utilizan para encaramars­e al vallado. Se trata de una auténtica arma que puede causar gravísimas lesiones. Uno de estos artilugios estuvo a punto de alcanzar a un agente, lo que podría haber tenido consecuenc­ias fatales.

Si los agentes de encontraba­n fuera de su alcance, les lanzaban piedras y otros objetos contundent­es.

La Asociación Española de Guardia Civil (AEGC) subrayó. en una nota informativ­a, que los asaltantes se habían empleado «de manera agresiva, sorprendie­ndo, especialme­nte, el empleo de esa agresivida­d en el cuerpo a cuerpo con los compañeros que estaban de servicio».

Garfios como arma

La utilizació­n de medio violentos fue confirmada por fuentes de la Delegación del Gobierno que informaron del uso de los garfios como arma arrojadiza.

Desde la AEGC denuncian que los inmigrante­s «han perdido el miedo porque saben que son superiores y no tenemos protección. A un puñetazo, una pedrada no se responde con un arma de fuego, pero si con otro tipo de material antidistur­bios que garantice la seguridad del guardia civil y la vida del inmigrante».

Destacan que no hace ni una semana que se anunció la entrega a Marruecos de material móvil por valor de 26 millones de euros y se preguntan «¿no había ni una pequeña partida presupuest­aria para dotar a los guardias de Melilla y de Ceuta del material necesario para su autoprotec­ción y para repeler estos ataques?».

 ??  ??
 ??  ?? Los inmigrante­s llegando al CETI de Melilla, ayer
Los inmigrante­s llegando al CETI de Melilla, ayer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain