UN GRANITO DE ARENA EN EL DESIERTO

@JUANFESANZPEREZ

Es aventurado hablar de Arabia Saudí sin «masticar» sus caóticas calles ni conocer la hospitalidad saudí. Entenderlo es tan fácil como colocar los puntos sobre las íes. Esta Supercopa de España no será el instrumento que cambie por completo este país, pero el fútbol se vive con tal pasión que traspasa el concepto de «hobby» para transformarse en un vehículo de desarrollo dentro de una secuencia de cambios que se producen desde hace más de un año gracias al heredero al trono, Mohammad bin Salmán.

Tras machacar a pie Jeddah durante seis días te das cuenta de que, pese al gran choque cultural que sigue existiendo, tristes restricciones y derechos que deben cambiar, el panorama no es tan negro: se respira que algo está cambiando. A orillas del Mar Rojo, las mujeres caminan solas, sin la compañía del hombre, sin nadie que coarte su libertad, ni dónde ir ni qué hacer. Conducen solas, sonríen, hablan con nosotros y comparten zonas de restaurantes con los hombres. Puede resultar aberrante algo así para nuestro pensamiento, pero para ellas es un avance.

El estadio ha recibido una lluvia de mujeres en los tres partidos. Reticentes a las cámaras, pero a la vez curiosas por ser grabadas. Llegaban en grupos, solas y con sus parejas. Sin autorizaciones escritas por parte del hombre. Ataviadas con la «Hiyab» y sin ella. Algo que resulta ser cultural, donde un porcentaje elevado de mujeres lo lleva por decisión propia al considerar que estaría mal visto no hacerlo, pero no por estar obligadas. La felicidad de sus caras evidencia el cambio. Mi conclusión es que Jeddah vive anclado en el pasado, pero evoluciona a mejor. Los avances están llegando y la Supercopa es uno más. Un granito de arena en un desierto de cambios.

Algo está cambiando

Mujeres en el fútbol