Tercer día de protestas contra el régimen ayatolá
Los manifestantes exigen la dimisión de la cúpula iraní por los errores del gobierno.
Manteniendo su pulso con un régimen en horas bajas, manifestantes iraníes volvieron a protagonizar ayer, por tercer día consecutivo, protestas en contra de los líderes del país, estalladas inicialmente por su gestión de la tragedia aérea que provocó 176 muertos el pasado miércoles después de que un avión ucraniano fuera abatido por error con un misil.
Las muestras de ira que se han registrado en distintas ciudades iraníes desde el sábado se han convertido en el último efecto de la escalada de tensión vivida entre Estados Unidos e Irán desde finales del año pasado. En este sentido, el derribe de la aeronave ucraniana se produjo horas después de que Teherán hubiese lanzado una veintena de misiles contra dos bases militares iraquíes con presencia de soldados americanos como represalia al asesinato del poderoso general iraní Qasem Suleimani días antes en Bagdad.
Las protestas de ayer, que podrían haber congregado algunos centenares de personas, volvieron a producirse al menos en Teherán y en la ciudad de Isfahan, en el sur del país, y estuvieron de nuevo encabezadas por grupos de estudiantes y centradas inicialmente en universidades.
Durante la jornada emergieron también nuevos vídeos filmados en las protestas de los días anteriores en los que se puede observar cómo las fuerzas de seguridad iraníes recurrieron a gas lacrimógeno, golpes, y probablemente también munición real, para dispersara los manifestantes concentrados en zonas como la emblemática plaza a za di de te herán. En uno de ellos –verificado por AP– aparece una mujer ensangrentada siendo apartada del foco de protesta mientras las personas a su alrededor gritan que ha sido disparada en la pierna. Se cree que varias personas han resultado heridas desde entonces.
Otras grabaciones supuestamente tomadas durante las protestas de los últimos días y difundidas a través de las redes sociales muestran a manifestantes gritando «muerte al dictador», en referencia al líder supremo del país, el Ayatolah Ali Jamenei. «Nos están mintiendo diciendo que nuestro enemigo es América, nuestro enemigo está aquí mismo», se escucha en otras imágenes compartidas en Twitter, y dirigidas al régimen iraní.
Delante suyo, los manifestantes se han encontrado con un fuerte despliegue de la policía antidisturbios y otras fuerzas de seguridad, que ayer fue especialmente aparatoso en la Universidad de Teherán y otros puntos de la ciudad vistos como potenciales centros de contestación. Miembros de la Guardia Revolucionaria han sido también capturados en imágenes patrullando la ciudad en motocicletas.
«Teherán negó primero de forma rotunda la responsabilidad en el derribo del vuelo 757 de Ukraine International Airlines, luego lo reconoció tardíamente, y desde entonces ha reprimido a los manifestantes», apunta a LA RAZÓN Naysan Rafati, analista de Irán en el International Crisis Group, que nota que «en cada caso, [Teherán] ha jugado una mala carta». Negando estos hechos –y las evidencias que empiezan a brotar–, el jefe de la Policía de Teherán, Hosein Rahimi, aseguró que de ningún modo disparó a manifestantes durante las protestas, y que los agentes de la capital habían recibido órdenes de actuar con moderación, según recogió el periódico local Hamshahri. Las palabras de Rahimi,