Nueve euros más de pensión con un coste de 1.400 millones
Hizo ayer Pedro Sánchez su presentación oficial como presidente investido con la aprobación de una subida del 0,9% de las pensiones para este año. Con ello, cada beneficiario cobrará de media 9 euros más al mes y el coste para las arcas públicas será de 1.406 millones de euros.
Pedro Sánchez se apuntó ayer la primera de las medallas que pretende colgarse durante los primeros meses de legislatura: la subida de las pensiones. Pero no será la única. Pendientes quedan dos de sus bazas más jugosas: la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el incremento del sueldo de los funcionarios. Ambas tendrán que esperar. Los empleados públicos, a los que Sánchez ha mantenido en un segundo plano excusándose en que la interinidad de su anterior Gobierno le impedía tomar decisiones, esperaban que una de las primeras medidas tomadas por el Consejo de Ministros fuera cumplir con la promesa de elevarles el sueldo. Pero no ha sido así. Según el presidente, el plan es ir cumpliendo con sus compromisos «poco a poco», con una agenda que se irá diseñando según se asiente cada ministro en su cartera. «Tenemos 1.400 días para trabajar», subrayó. Pese a ello, todo apunta a que los funcionarios no tendrán que esperar tanto, ya que el presidente pretende mantener el foco mediático sobre cada uno de sus grandes anuncios. Y este lo es.
Si se suma la subida salarial para los empleados públicos y la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la cifra total de gasto se situaría entre 3.000 y 4.500 millones, según recogía el II Acuerdo para la Mejora del Empleo Público alcanzado entre el anterior Gobierno del PP y los sindicatos en marzo de 2018. En él se establecía que los funcionarios tendrían una subida fija del 2%, a la que se
debería sumar otro 1% adicional si el PIB real en 2019 hubiera crecido más del 2,5%, algo que no se ha producido. Con lo que sí podrán contar es con otro 0,3% extra condicionado.
La subida del SMI será otro cantar. Su aprobación resulta más compleja, ya que el presidente quiere evitar un enfrentamiento directo con los empresarios, que ya mostraron su desacuerdo con las formas en la que realizó la última subida, sin contar con los agentes sociales. Según explicó ayer el presidente, en las próximas semanas activará el diálogo social para que escuchar todas las propuestas que sobre este asunto hagan los interlocutores, aunque el presidente dejó marcada la línea sobre la que negociar: alcanzar el 60% del sueldo medio en España.