No es problema de dibujo
Quique Setién admite alternativas al 4-3-3 tradicional del Barcelona En el Betis jugó con tres centrales, una idea que puede recuperar en el banquillo azulgrana
ParaPara Quique Setién, el fútbol no es cuestión de números, sino de «filosofía». «Lo importante es tener claro a lo que jugamos. Del dibujo posiblemente valoremos algún cambio, del 4-3-3 o del 44-2 que se está jugando muchas veces últimamente», confiesa.
Lo innegociable, para Setién es que su equipo juegue bien. «Tengo las cosas muy claras, escucho a todo el mundo, pero es difícil sacarme las cosas que tengo en la cabeza y de las que estoy convencido. Si hay que morir con mi estilo, lo haremos», explica.
La prioridad, para él, es que su equipo juegue bien. «Normalmente sólo he garantizado una cosa: que mi equipo va a jugar bien. Tanto en el Lugo, Las Palmas o Betis, mi equipo ha jugado bien al fútbol. Ha habido algunas variaciones. A veces te veías sometido por el rival, pero pocas veces. El Barça va a seguir este camino, vamos a mejorar todo lo que podamos y sacaremos el mejor rendimiento de los futbolistas», asegura.
Pero dentro de ese «jugar bien» entran varios dibujos. El Barcelona ha utilizado en los últimos años un 4-3-3, pero no es innegociable. Especialmente, después de la lesión de Luis Suárez. El Barcelona no tiene un delantero centro claro que pueda sustituir al uruguayo. Messi ha ejercido desde Guardiola como falso nueve, o como nueve verdadero, que es el que marca los goles. Lo más parecido es Abel Ruiz, el delantero del filial, aunque tampoco es un rematador clásico.
Eso puede hacer que Setién varíe el dibujo tradicional. Riqui Puig, al que ya incorporó al primer entrenamiento ayer, puede ser una alternativa para jugar como mediapunta por detrás de los dos delanteros, que serían Griezmann y Messi.
En el Betis jugó con tres centrales y dos laterales largos, uno de ellos, Junior, que ahora pena como suplente de Jordi Alba. El internacional español puede adaptarse perfectamente a jugar con tres defensas y ese sistema también serviría para limitar las carencias defensivas de Sergi Roberto para poder aprovecharlo como un centrocampista más.
Otra opción, más elaborada, podría ser jugar con la posición de Sergio Busquets para que, en ataque, se convirtiera en el tercer central –algo que ya ha hecho en muchas ocasiones– para sacar el balón desde atrás y en defensa continuara siendo la referencia por delante de los dos centrales.
Alternativas tiene Quique Setién, pero su compromiso sólo es uno, hacer un Barça que recupere su esencia.