Un «surfero» llamado Alonso
Y eso que su coche carece del sistema de inflado y desinflado de neumáticos que tienen otros como el de Carlos Sainz
NuncaNunca en la historia del automovilismo un piloto había demostrado tanta polivalencia en competiciones tan diferentes. El paso de Fernando Alonso por el Dakar le está revelando como uno de los pilotos más completos capaz de mantenerse en la élite de la F-1 durante casi dos décadas, ser bicampeón, apuntar a lo más alto en su primera participación en las 500 Millas de Indianapolis, ganar en su debut en Le Mans y estos días dejar asombrados a los más veteranos con su adaptación al desierto.
No nos referimos sólo a que cambie el asfalto por la arena del desierto, sino a todo lo que eso significa, porque poco o nada tiene que ver en la conducción. Hace apenas unos meses que se montó en un coche de rally para empezar a correr donde el concepto de agarre y adherencia es completamente diferente. Pero él es piloto y su talento innato le hacen ir rápido en cualquier coche, aunque sea un «botijo con ruedas». Y una de las principales «amenazas» que está superando con nota es el hecho de «surfear» por las dunas. Se trata de la técnica de conducción más complicada en carreras como el Dakar porque siempre esconden muchas trampas, no son regulares y al otro lado de la duna siempre esperan sorpresas.
Alonso sólo ha tenido tres jornadas de pruebas en esta clase de superficie, en Abu Dabi, y de momento ha sabido sortear bien esta circunstancia. Afrontar una etapa de dunas es complejo porque al subir hay que mantener una velocidad constante, rodar en marchas bajas y saber colocar bien el coche para atravesar el pico (la cresta de la ola) de lado, y no de forma frontal porque nunca se sabe lo que espera al otro lado y el peligro de volcar es muy alto. Casi siempre son asimétricas, es decir, no tienen el mismo ángulo para subir que para bajar y eso entraña muchos riesgos. Otro aspecto clave a la hora de afrontar una etapa repleta de dunas es el sistema de inflado y desinflado que tienen algunos coches como el Mini de Carlos Sainz, lo que permite subir y bajar las presiones de los neumáticos en cualquier momento, pulsando un botón desde dentro del habitáculo, lo que supone toda una ventaja.
Hoy los pilotos del Dakar disputan la etapa maratón, una de las más duras y cuyo final, los últimos 30 kilómetros, está plagado de dunas. Además, cuando lleguen a la asistencia tendrán que ser los propios pilotos los que reparen y hagan el mantenimiento del coche porque ese día, por reglamento (rememorando a los pioneros del Dakar), los mecánicos y los ingenieros tendrán prohibido hacer cualquier cosa en el coche. «No sé como es la etapa porque no nos han dado el ‘‘roadbook’’ y sólo tenemos las indicaciones que nos den en el ‘‘briefing’’, pero siempre ayuda si sales retrasado. La novena es una posición ideal y todo el mundo la querría, pero no voy a pensar que mañana (por hoy) va a ser mi gran día. Si son las dunas de los tests de Abu Dabi va a haber sorpresas porque va a ser más duro. Yo me quedé atascado tres o cuatro veces y rompí dos veces la suspensión delantera, mientras que las que hemos pasado hasta ahora me han resultado fáciles», subrayó el asturiano, que prevé «etapas complicadas para todos». «Dormiremos poco, estaremos cansados y el error puede llegar, hay que mantener un nivel alto de concentración», puntualizó.
Pese a instalarse en el «top 10» de la general, sigue tranquilo y sin presión. «Estoy contento, pero no tengo ningún objetivo marcado en cuanto a posición. En las carreras de coches o ganas o pierdes y no cambia mucho ser sexto, así que no me obsesiona, pero creo que merecíamos estar en el ‘‘top 10’’, ojalá no lo perdamos», deseó Alonso. El ovetense es décimo en la general y ayer la organización mostró una de sus obligaciones desde que perdió más de dos horas en la tercera jornada, que no es otra que servir de apoyo a su compañero Alattiyah en caso de que necesite ruedas o algún recambio.
ETAPA MARATÓN
HOY SE AFRONTA UNA DE LAS JORNADAS MÁS DURAS Y LOS PILOTOS DEBERÁN EJERCER DE MECÁNICOS