La Razón (1ª Edición)

Vocales del CGPJ rechazarán a Delgado como fiscal general

Mantendrán que «no garantiza la imparciali­dad» en el pleno en el que hoy se vota su idoneidad

- Carmen Morodo-madrid

El poder judicial arremete contra Iglesias por su ataque a la Justicia

El Consejo General del Poder Judicial abordará hoy la propuesta del Gobierno de nombrar fiscal general del Estado a Dolores Delgado. Se informará a favor de que reúne esos requisitos, pero también también habrá voces en contra de su nombramien­to. El CGPJ también ha hecho notar su malestar por las declaracio­nes de Pablo Iglesias con un comunicado «sereno» para evitar un «frente de batallas».

Moncloa amordaza a la oposición en el Congreso al cambiar el Consejo a los martes

Tezanos repetirá al frente del CIS después de que el vicepresid­ente pidiera su cese

El Congreso queda anulado en la parte más incómoda para el Gobierno «progresist­a», la que da juego a la oposición. Al tiempo que en las próximas semanas será el escenario para dar salida a una implacable ofensiva por parte del Gobierno de izquierdas con reformas de carga muy ideológica, que hagan, o eso pretenden, que para ERC sea muy difícil no sumar su voto, y que no impliquen gasto al Presupuest­o.

Moncloa ya ha visto que ahí está el «campo» para avanzar en la construcci­ón del relato de las dos Españas, la «progresist­a» frente a la «de las derechas», y utilizar además este «ruido» para tapar lo que pueda traer de inesperado e incómodo la vía catalana, fuera de su control.

La eutanasia, las reformas educativas, los cambios en la educación especial son sólo algunos de los ejemplos de esta «agenda social» que el Gobierno va a activar de manera inmediata para arrancar la Legislatur­a con una imagen de alta intensidad y con una agenda absolutame­nte polarizado­ra. La clave está en que las medidas no afecten al Presupuest­o público, donde el margen es muy limitado y encima está supervisad­o por Bruselas,

Estos planes y la anulación del debate parlamenta­rio encajan en un contexto en el que la mayoría de la investidur­a no está consolidad­a como mayoría parlamenta­ria. Por eso el cambio de día de la reunión del Consejo de Ministros, que del viernes han pasado al martes, en un estudiado encaje que descoloca por completo la agenda de la oposición. Con difícil arreglo, incluso aunque se acepte la propuesta de PP y Ciudadanos para intentar ajustar el trabajo de la Cámara Baja al cambio de guión que impone en todos los planos el hecho de adelantar la reunión del Gabinete ministeria­l. Esto deja sin sentido la sesión plenaria de los martes, apagada por la rueda de prensa en la que se informa de los acuerdos adoptados en el Consejo. Y también queda pulverizad­a la sesión de control al Gobierno de los miércoles, sostenida en preguntas antiguas y fuera de contexto incluso aunque se modifique la fecha de cierre del registro para presentarl­as. Hasta ahora era los jueves, aunque se aceptaban hasta el viernes por la tarde excepcione­s sobrevenid­as, consecuenc­ia del Consejo de Ministros. E incluso alguna excepción cabía introducir los lunes.

Las apariencia­s engañan. Y ni el Gobierno es tan débil como pudo intuirse de la dura negociació­n de la investidur­a. Ni la oposición lo tiene tan fácil para derribarlo. La coalición de izquierdas ha dado los primeros signos de que está dispuesta a ir a por todas en lo político y en lo judicial para aguantar y la designació­n de la ex ministra de Justicia, Dolores Delgado, es uno de los mejores símbolos de lo que en la oposición empiezan a temer que se les viene encima.

«Estos vienen decididos a aniquilarn­os y ya están dejando muy claro que no tendrán escrúpulos a la hora de utilizar todos los medios posibles para hacerlo». La reflexión viene del ámbito menos político y más del análisis estratégic­o del principal partido de la oposición. Y el mismo temor deja ver algún dirigente de Ciudadanos que observa desde la acción de gobierno autonómico cómo se recolocan las piezas en el tablero nacional.

Cataluña es la parte más débil

Elecciones en Cataluña La salida que tienen Sánchez y ERC para rebajar la presión de Jxcat en la negociació­n bilateral

del Gobierno «progresist­a» por los intereses cruzados que cohabitan en el juego general de engaños en el que cada parte intenta ponerse a salvo de la «quema». Otra de las impresione­s erróneas e instaladas en el imaginario público es que ERC no quiere elecciones autonómica­s. Las quiere el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las necesita Esquerra. En los dos casos para librarse de la presión de la mesa bilateral de negociació­n.

Para Moncloa, las elecciones son la vía de escape para su compromiso de negociació­n de tú a tú con la Generalita­t. Romperían con el marco catalán actual, y esperan que les lleven a reeditar en la Generalita­t el acuerdo de investidur­a de Madrid. Y de esta manera desactivar la bomba de relojería de los acuerdos de investidur­a firmados con el partido de Oriol Junqueras. Madrid, para Sánchez; la Generalita­t, para ERC. Puede sonar al «cuento de la lechera», pero es la base sobre la que en Moncloa mueven la estrategia en el tablero del «conflicto catalán».

Por diferentes motivos pero a ERC también le urgen las elecciones. Saben que Jxcat colocará una presión difícilmen­te manejable

sobre la negociació­n bilateral con el objetivo de rentabiliz­ar a su favor el fracaso y la frustració­n. Cuanto más tiempo pase más espacio tienen los de Jxcat para poder dotarse de razones para alegar que efectivame­nte ERC «se vendió en Madrid por nada», ya que por su parte siempre colocarán el listón de los objetivos por encima de lo que Sánchez puede llegar a concederle­s. En un juego de trileros en el que cada parte sostiene su estrategia sobre un engaño y busca engañar a las otras partes, Esquerra ha arriesgado sin duda en este movimiento de la investidur­a y cuanto más tiempo pase más posibilida­des tiene de que sus cartas queden al descubiert­o.

La oposición también cuenta con que no encontrará­n a medio plazo vía de ataque por el lado de intentar explotar el choque de Sánchez e Iglesias. Al nuevo vicepresid­ente no le interesa romper la unidad de acción a pesar de que Podemos haya quedado encapsulad­o en la nueva estructura ministeria­l. Iglesias aspira a colocarse las medallas sociales. En Cataluña no está incómodo. Y siempre podrá decir que la ortodoxia económica es culpa del presidente del Gobierno.

 ??  ?? Primera reunión de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados de la nueva legislatur­a. En la imagen, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet
Primera reunión de la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados de la nueva legislatur­a. En la imagen, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet
 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain