Yo, Leonor

SeSe lo he dicho a Altibajos cuando me la he cruzado por un pasillo. Oyes, que como le salga bien a Meghan, tengo la solución para perderos de vista. Que yo me aparto, me voy a vivir a mi piso de soltera y que ya os veré de vez en cuando por videoconferencia. Eso sí: si a Meghan le van a pagar los gorilas, yo quiero dos a cada lao y que tengan la cara del actor ese turco que lleva moño. Altibajos me ha pillao la oreja por sorpresa y me ha llevado así a mi cuarto, de tal forma que he llegao a mi habitación con el lóbulo como las mujeres de la tribu Tingling, que me cabía un plato sopero. Así que ha venido nuestrohijofelipe. Ha venido nuestrohijofelipe y le he oído al otro lado de la puerta suspirar. Pasa papa. Cariño, no puedes hablar así a tu madre. Tu madre es una extraordinaria mujer que asume por completo las responsabilidades de la Corona y quisiera que tú la contemplaras con el compromiso y la lealtad que ella trata de inculcarte. Es que me aburro, papa. Y me pide el cuerpo pegar un campanazo gordo, papa. No es propio de esta familia hacerlo, cariño. Estamos en un momento delicado y nuestra obligación es preservar la institución renunciando incluso a nuestros gustos o instintos personales. Yo he hecho así un silencio y luego le he mirao como el gato de Shrek. ¿Me lo estás diciendo en serio, papa? Sí, cariño. Y me ha dao un ataque de risa de golpe que le he puesto de Fanta pingando porque se me ha salido por la nariz y he hecho de aspersor. Pídele disculpas a tu madre, cariño. No te cuesta nada. Venga, papa, que lo voy a hacer por ti, ea. Altibajos, mira, que no me voy a ir como la prima negrica. Que me voy a quedar. (Me lo va a acabar suplicando, lo veo venir)