Pelosi nombra a los fiscales del «impeachment»
Después de un tira y afloja interminable, después de jurar que no enviaría al Senado los dos cargos de los que se acusa a Donald Trump hasta que los republicanos no pactaran las reglas del «impeachment», Nancy Pelosi aceptó lo inevitable. Nombró a los demócratas encargados de defender el caso, dió luz verde a que el congreso vote a sus candidatos y se comprometió a firmar los trámites. Su decisión fue saludada con sorna por Mitch Mcconnell, presidente de la mayoría republicana en cámara, consciente de que se trata de una victoria política. Claro que Mcconnell, en realidad, preferiría un proceso corto. Y en ese sentido resulta previsible suponer que no todos los demócratas apuestan por un show televisado, con múltiples testigos y actuaciones estelares de Trump, John Bolton y otros.
Ni siquiera las últimas revelaciones, con documentos que apuntan a la posibilidad de que la ex embajadora Marie Yovanovitch fuera vigilada y de que Rudy Giuliani alardease delante del Fiscal General de Ucrania de contar con el respaldo del presidente, parecen capaces de torcer las expectativas de una votación favorable a Trump.
Eso sí, al menos un demócrata, y nada menos que su principal candidato a pelear por la Casa Blanca, el expresidente Joe Biden, convaleciente de unos debates en los que no acaba de brillar, sabe que todo le iría mucho mejor si el juicio discurre rápido y discreto y si su nombre no acaba demasiado salpicado por los trabajos de su hijo Hunter en Ucrania. A su favor cuenta con que tres de sus oponentes, Sanders, Warren y Klobuchar, apenas podrán viajar a Iowa para hacer campaña, atrapados en tanto que senadores en las interminables sesiones del «impeachment». «Aquí vamos de nuevo», tuiteó Trump, «con otro trabajo de estafa de los demócratas que No Hacen Nada».