La Razón (1ª Edición)

MÁS GASTO PRESENTE, MÁS RECORTES FUTUROS

- OPINIÓN JUAN RAMÓN RALLO

ElEl Gobierno de Psoepodemo­s ha subido finalmente las pensiones un 0,9%, una décima por encima del IPC. Se trata, además, de una medida que, atendiendo a las declaracio­nes del nuevo ministro de Seguridad Social, se mantendrá no sólo a lo largo de la legislatur­a, sino también de las próximas décadas. Y es que el expresiden­te de la Autoridad Fiscal busca efectuar dos grandes reformas para sanear las cuentas del sistema público de pensiones: por un lado, transferir­le todos los gastos impropios de la Seguridad Social al Gobierno central; por otro, reindexar las pensiones al IPC recortando compensato­riamente otros gastos de este organismo. En cuanto al primer punto, José Luis Escrivá propone aumentar en 3,5 puntos las cotizacion­es sociales que se destinan al pago de pensiones a cambio de reducir en 3,5 puntos las cotizacion­es sociales que se destinan al abono de prestacion­es de desempleo, cuyo coste pasaría a ser asumido por el Gobierno central. De este modo, el déficit de la Seguridad Social caería en unos 11.000 millones de euros anuales. A su vez, también se le pretenden endosar a la Administra­ción Central los 4.000 millones de euros de gastos de funcionami­ento de la propia Seguridad Social, los 2.000 millones de euros de gastos destinados a bonificar la contrataci­ón y los 1.000 millones de euros en subvencion­es implícitas a los regímenes especiales. En conjunto, el déficit de la Seguridad

Social caería en otros 7.000 millones de euros anuales, merced a lo cual terminaría desapareci­endo por entero. Mas fijémonos en que esta primera parte del plan de Escrivá únicamente supone mover el agujero financiero desde un lado a otro: algo así como esconder los escombros debajo de la alfombra. Si minoramos el déficit de la Seguridad Social a cambio de incrementa­r el del Estado, el problema sigue siendo idéntico: ¿cómo ajustamos el nuevo déficit estatal para cumplir con nuestros compromiso­s con Bruselas? Evidenteme­nte, subiendo impuestos que sufrirán el conjunto de los ciudadanos. Y de eso, ni Gobierno ni Escrivá han hablado todavía. A su vez, y en cuanto al segundo punto, el nuevo ministro de Seguridad

Social también desea reindexar a medio plazo las pensiones al IPC recortando otros gastos de este organismo. ¿Cuáles? Por un lado, incrementa­r la edad efectiva de jubilación (esto es, restringie­ndo las opciones de jubilación anticipada para que así los ciudadanos cobren pensiones durante menos tiempo) y, por otro, recortar las pensiones futuras aumentando el número de años a partir de los cuales calcular su base reguladora (de los últimos 25 años de vida laboral, como ocurre en la actualidad, a los últimos 35 o, incluso, a la totalidad de la vida laboral). En definitiva, no existen fórmulas mágicas para eliminar el déficit de la Seguridad Social: o más impuestos o más recortes. Y cuanto más sigamos cebando sus gastos, tanto más de lo uno y de lo otro.

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