Fernando Alonso sigue sufriendo
FernandoFernando Alonso está teniendo un Dakar perfecto. Y no por el resultado, que es malo si miramos la clasificación, sino por el rápido aprendizaje que está teniendo a base de sufrimiento, averías y accidentes como el vivido ayer. El asturiano salió en la etapa maratón a darlo todo para obtener el triunfo. Sabía que los de arriba irían con precauciones para no romper (no se permitía la asistencia de mecánicos) y decidió empezar fuerte. Pero a los pocos kilómetros se topó con una duna traicionara que «se tragó» totalmente. Perdió el control (podía haber evitado el accidente, pero el exceso de público en la cresta de la duna le impidió tener más margen de maniobra), dio dos vueltas de campana, pero continuó. Dañó algunas partes de la suspensión, desllantó y rompió la luna delantera, algo que le obligó a parar y perder casi una hora. Eso sí, luego pudo continuar y seguir aprendiendo a pesar de que el coche llegó hechos unos «zorros» a la meta. Por eso, Alonso se mostró satisfecho porque, una vez más, se llevó una gran lección aprendida sobre lo traicionero que puede ser el Dakar. Lo peor de todo es que tuvieron que reparar ellos solos y esta noche no tuvieron las comodidades habituales ya que por norma todos los pilotos debieron dormir en la misma nave al estilo scouts en literas y colchones en el suelo.