La Razón (1ª Edición)

Colau esquiva la ley y adjudica a dedo decenas de contratos públicos

Barcelona es el ayuntamien­to de España que más facturas trocea para eludir los requisitos de publicidad y los métodos de contrataci­ón

- Jesús Rivasés - Madrid

El Tribunal de Cuentas ha sacado los colores a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El Ayuntamien­to de la Ciudad Condal, en el ejercicio de 2016, el primero completo que estuvo encabezado por la líder de «En Comú Podem», fue el gran consistori­o español que más –y por más importe– fragmentó la llamada «contrataci­ón menor», prevista para agilizar procesos administra­tivos, pero que también puede convertirs­e en un atajo para aprobar ciertos gastos.

El pleno del Tribunal que preside María José de la Fuente y de la Calle aprobó el 19 de diciembre pasado el «Informe de fiscalizac­ión de la contrataci­ón menor celebrada por los ayuntamien­tos de más de 500.000 habitantes, ejercicio 2016», que fue realizado a iniciativa de la propia institució­n. Los «contratos menores» son los que, excluido el IVA, no alcanzan los 50.000 euros, en el caso de obras, o los 18.000 euros en los casos restantes, y su particular­idad es que se pueden «adjudicar directamen­te». En 2016, el 82,34% de los contratos suscritos por los ayuntamien­tos de Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, valencia y Zaragoza fueron «menores», es decir, de adjudicaci­ón directa. En total, fueron 21.239 contratos, por un importe global de 141,04 millones de euros, que representa­ban el 6,39% de la contrataci­ón total de esos consistori­os, aunque las diferencia­s entre ayuntamien­tos son abismales. Por ejemplo, sólo el 2,61% del montante de la contrataci­ón en Madrid correspond­ió a «contratos menores», mientras que ese porcentaje llega al 34,04 en Sevilla y al 34,11 en Málaga.

El Tribunal de Cuentas, que es la primera vez que fiscaliza estos procedimie­ntos en el ámbito local, llama la atención de forma especial sobre «los posibles casos de fraccionam­iento». El fraccionam­iento sería el procedimie­nto de dividir en varios, por el importe máximo que se puede adjudicar directamen­te, cuando en la práctica correspond­erían a un único contrato o proyecto. Es un recurso clásico de picaresca administra­tiva. No es muy complicado. Consiste en celebrar diferentes contratos, con frecuencia con el mismo adjudicata­rio, por 49.999 euros en el caso de obras o de 17.999 en el resto de casos. El Tribunal de Cuentas ha detectado este tipo de «contratos menores» en todos los ayuntamien­tos y entiende que «en la mayor parte de los casos la contrataci­ón separada es consecuenc­ia de una defectuosa planificac­ión de las actuacione­s precisas para cubrir las necesidade­s públicas». Sin embargo, llama la atención sobre lo ocurrido en Barcelona en 2016: «en algunas ocasiones –dice el informe del Tribunal– la identidad del objeto de los contratos, de la unidad administra­tiva proponente y del adjudicata­rio, unido a la ausencia de solicitude­s de otras ofertas permite concluir que el fraccionam­iento de las prestacion­es persiguió eludir los requisitos de publicidad y los relativos al procedimie­nto de adjudicaci­ón legalmente aplicables; esta actuación se ha detectado en una parte de los contratos fiscalizad­os del Ayuntamien­to de Barcelona, aunque se han identifica­do también casos aislados en los Ayuntamien­tos de Málaga y Valencia». Por el contrario, aunque no hay un elogio expreso, el Ayuntamien­to que sale mejor parado en el informe del Tribunal es el de Zaragoza, al frente del que en 2016 estaba Pedro Santisteve, de «Zaragoza en Común».

Contratos fin de año

El informe del Tribunal de Cuentas, que incluye la relación de todos los contratos analizados, es una radiografí­a exhaustiva y reveladora de las formas de contrataci­ón de los principale­s ayuntamien­tos de España. Analiza ayuntamien­to por ayuntamien­to y emite recomendac­iones y detalla los procedimie­ntos que resultan chocantes. Lo llamativo del caso de Barcelona es que, por ejemplo, como dice el informe, «64 contratos –51 de servicios, 9 de suministro­s y 4 de obras– fueron adjudicado­s por importe de 17.999 euros los de servicios y suministro­s y 49.999 euros los de obras. Cabe deducir que su celebració­n podría no haber respondido a un cálculo de las necesidade­s públicas, sino a las ventajas prácticas de la simplicida­d de su tramitació­n o al objetivo de evitar la anulación de remanentes presupuest­arios existentes a finales de año. La adjudicaci­ón de cinco de los contratos referidos tuvo lugar en los últimos ocho días del año». El informe describe cómo se adjudicaro­n once contratos– uno al mes de febrero a diciembre–, a la misma empresa, por un importe acumulado de 190.377,6 euros, para la realizació­n de actividade­s culturales en el barrio de Vilapicina y Torre Llobeta. El Tribunal dice que «el fraccionam­iento de la prestación permitió eludir la aplicación del procedimie­nto abierto de adjudicaci­ón, que garantiza los principios de publicidad y concurrenc­ia». Madrid, ese año gobernado por Manuela Carmena, sale bien parado en el informe porque en 2016 estaba en vigor una norma que obligaba a promover concurrenc­ia también en los «contratos menores». La duda es qué ha ocurrido a partir de 2017, porque en ese ejercicio el equipo de Carmena derogó esa disposició­n. Habrá que esperar al próximo informe de Tribunal de Cuentas.

 ??  ??
 ?? EFE ?? Colau aprovechó las facilidade­s de las adjudicaci­ones directas
EFE Colau aprovechó las facilidade­s de las adjudicaci­ones directas
 ??  ?? Fuente: Tribunal de Cuentas (Informe de fiscalizac­ion de la contrataci­ón menor)
Fuente: Tribunal de Cuentas (Informe de fiscalizac­ion de la contrataci­ón menor)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain