La Razón (1ª Edición)

Atacama viaje al destino más extremo de la Tierra

Este rincón del planeta permite al viajero descubrir un lugar mágico en el que conectar con lo desconocid­o

- JULIO CASTRO ‐ SAN PEDRO DE ATACAMA PAISAJE EXTREMO

SonSon muchos los candidatos al título de lugar más seco de la Tierra, pero es Atacama el que más veces aparece en lo más alto del podio de los campeones absolutos de ausencia de precipitac­iones. Basta decir que, en algunas áreas de Atacama se han llegado a registrar períodos de 400 años sin llover, entendiend­o como lluvia un registro de, al menos, un milímetro por metro cuadrado al año, que es lo mínimo medible si hablamos de agua caída del cielo.

Atacama está situado unos 800 kilómetros al norte de Santiago de Chile, bajo el Trópico de Capricorni­o y próximo al océano Pacífico. En su cielo, limpio y despejado casi todo el año, es prácticame­nte imposible divisar una nube; quizás, como por asomo, como pidiendo perdón por haberse equivocado de lugar, algún cirro alto al caer la tarde, o las fotogénica­s

formacione­s lenticular­es con forma de OVNI, con más afán de engalanar las cimas volcánicas que de anunciar precipitac­iones. Las otras nubes, las que normalment­e vienen cargadas de agua, casi nunca llegan por estos lares. Los culpables de semejante fenómeno son, por un lado, la corriente marina de Humboldt –procedente de la Antártida– que enfría la temperatur­a del agua y dificulta su evaporació­n, y por otro la cercanía de la cordillera andina, que bloquea el avance de las masas de aire húmedo originadas en la cuenca del Amazonas.

El resultado es Atacama, la aridez total, el desierto más desierto del mundo, un paisaje tan extremo que uno empieza a dudar si sigue en la Tierra o ha viajado a Marte. Uno de esos grandes espacios vacuos de belleza singular, con ese toque mágico que solo se encuentra en los desiertos. Un rincón del planeta donde todavía sigue siendo posible descubrir el significad­o de lo que, antiguamen­te, se denominaba «Terra incógnita», los auténticos santuarios de lo desconocid­o.

La ausencia total de humedad, unido a la inexistenc­ia de contaminac­ión lumínica y al cielo perpetuame­nte despejado, convierten a este desierto en el lugar más favorable para la observació­n astronómic­a. Aquí, cuando alguien mira al cielo, no es en busca de nubes, sino de estrellas. Además, al estar relativame­nte cerca de la línea Ecuatorial aumenta el panorama estelar. Por todo ello, no es de extrañar que Atacama fuera elegido para desarrolla­r el proyecto ALMA (Atacama Large Milimeter Array), el observator­io astronómic­o más potente del mundo, con diez veces más resolución que el famoso telescopio Hubble. El observator­io será capaz de captar lo que hasta hace poco era invisible, los llamados «objetos fríos» del universo. Estrellas, galaxias y nebulosas son capturadas con deslumbran­te nitidez desde este observator­io, conocido como «los ojos del mundo».

Se llega a Atacama desde el pequeño aeropuerto de Calama, una localidad minera situada cerca de las fronteras de Perú y Bolivia, donde, a principios del siglo XX, los hermanos Guggenheim forjaron su enorme fortuna gracias a la extracción del cobre en la mina Chuquicama­ta.

San Pedro de Atacama es el cuartel general elegido por todos los que visitan este desierto, pues se trata de un pintoresco pueblecito de aire bohemio y liberal (aquí le llaman el «pequeño Ámsterdam»), con apenas un puñado de calles sin asfaltar y casitas de adobe donde viven unas 5.000 almas que han visto florecer su economía gracias a los 40.000 viajeros que, cada año, llegan hasta aquí atraídos por el embrujo del paisaje desértico.

A cada paso encontramo­s empresas de multiavent­ura que ofrecen todo tipo de actividade­s y recorridos a pie, bici, caballos o en vehículos todo-terreno por lugares con nombres tan sonoros como la Garganta del Diablo o el Valle de la Muerte. Poca imaginació­n se necesita para intuir lo que nos aguarda. Conviene ser precavidos y hacer caso de las recomendac­iones de los expertos a la hora de configurar el orden de estas actividade­s, sobre todo para ir habituando nuestro

SAN PEDRO DE ATACAMA

ES UN PINTORESCO PUEBLECITO CON CALLES SIN ASFALTAR Y CASAS DE ADOBE CON 4.000 ALMAS

LOS GÉISERES DEL TATIO

RESULTAN UNA ESTAMPA IMPRESIONA­NTE, CON VIOLENTOS CHORROS DE HASTA 15 METROS

organismo a los importante­s cambios de presión atmosféric­a a los que nos veremos sometidos. Hay que tener en cuenta que San Pedro está situado «tan solo» a 2.450 metros de altitud y que algunos parajes pueden rondar los 5.000.

LA HORA MÁGICA

Si queremos disfrutar de Atacama en su máximo esplendor no queda más remedio que aprovechar las llamadas «horas mágicas», el amanecer y atardecer. Es entonces, en esos efímeros momentos, cuando el desierto se tiñe de vivos colores, se acentúan los relieves y la luz cegadora del resto del día se tamiza, convirtien­do el paisaje en un escenario onírico.

Los madrugones, aquí, están garantizad­os, sobre todo cuando visitemos el paisaje natural más impresiona­nte de Atacama: los Géisers del Tatio. Para llegar al campo geotérmico (uno de los más altos del mundo, 4.300 metros sobre el nivel del mar, y el más grande del hemisferio Sur) no queda más remedio que soportar una dura ruta de casi 100 km en coche por un sinuoso camino sin asfaltar. Un esfuerzo que posteriorm­ente se verá recompensa­do. La clave está en llegar al amanecer, cuando el contraste térmico provoca que los violentos chorros de agua caliente se condensen en enormes fumarolas de vapor que llegan a superar los 15 metros de altura. El escenario es dantesco, evocador del mitológico Averno. Conviene abrigarse con rigor ya que la temperatur­a, en esos momentos, puede rondar los 15º bajo cero. A medida que el día avanza, y el sol comienza a calentar, los más osados se atreven a ponerse el bañador para zambullirs­e en alguno de los pozos termales, con la temperatur­a del agua en torno a los 35º, mientras que en el exterior se sigue bajo cero. ¿Quién dijo que en el infierno hace siempre calor?

 ??  ?? Las lagunas altiplánic­as es uno de esos lugares que transmiten una energía especial imposible de explicar con palabras
Las lagunas altiplánic­as es uno de esos lugares que transmiten una energía especial imposible de explicar con palabras
 ?? JULIO CASTRO ??
JULIO CASTRO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain