La Razón (1ª Edición)

Casado, ante el reto de unificar el centro derecha

- LA OPINIÓN Lorente Ferrer

Entre los cinco grandes partidos nacionales destaca el Partido Popular por el elevado porcentaje de voto fiel, hasta el 94,5% de sus electores de 2019 repetirían ahora su voto popular y obviamente es el partido que menor porcentaje de votantes pierde, tan solo el 5,5%. Pero para un partido que aspira a ser la única voz del centro derecha necesita, además de mantener sus actuales electores, ampliar sus bases electorale­s.

Sin embargo los dos partidos que le siguen, PSOE y Vox, presentan importante­s desercione­s. Los socialista­s conservan el 86.2% de sus votantes y los de Vox el 89,6%, por lo que les abandona el 13,8% y 10,4%, respectiva­mente de sus votantes de 2019. En el caso del PSOE la principal fuga de votos es hacia la abstención, concretame­nte el 7,5% de su electorado. En cuanto a Vox la principal salida de votantes es hacia el PP, que supone el 7,1% del total de su base electoral. Aunque hace tan solo un mes era mayor esta sangría, ya que alcanzaba el 10,1%. En agosto lamentaba la pérdida total del 12,9% del total de sus votantes, ahora en septiembre reduce los abandonos al 10,4%.

Unidas Podemos y Ciudadanos cuentan con menores tasas de fidelidad electoral, los morados retienen el 80,4% de sus votantes y Ciudadanos al 70,7%. Podemos tiene dos grandes brechas abiertas; el 8,2% de sus votantes marchan a la abstención y el 6,2% al PSOE. También los naranjas tienen dos enormes boquetes por los que pierden votantes; el 7,8% va a la abstención y el 15,2% al PP. Aunque en el último mes ha reducido estas dos importante­s fugas, ya que a la abstención se le marcha el 9,4% y al PP el 18,6%. En agosto Ciudadanos registraba el abandono del 35,2% de sus votantes del 10-N. Ahora en septiembre se reduce al 29,3%.

El PP cae, fundamenta­lmente, porque se ha visto afectado de forma notable el trasvase de votantes desde Vox y Ciudadanos Ciudadanos hacia el PP. El crecimient­o de los de Pablo Casado solo es posible reunifican­do en él todo el voto de las derechas. El proceso iniciado el 10-N pierde fuerza. Vox mejora ligerament­e y Ciudadanos coge impulso. Con lo que se aleja la posibilida­d de que el PP vuelva a ser la casa común de la derecha. En el último mes el número de votantes de Vox que se han unido al PP han bajado de 369.000 a 261.000, y los votantes naranjas se han reducido de 307.000 a 251.000.

Si bien es cierto que faltan 38 meses para las próximas elecciones generales, y que hasta 2022 la Unión Europa no exigirá a España el cumplimien­to severo del Pacto de Estabilida­d Europeo, que conllevará una exigente vigilancia del déficit y de la deuda, el gobierno cuenta con el Fondo de Recuperaci­ón Europeo para mitigar y maquillar los efectos de la crisis. Incluso puede que el presupuest­o con

Que el PP vuelva a ganar las elecciones solo es posible si logra aglutinar el voto de las derechas bajo sus siglas

el que llegase a las elecciones de noviembre de 2023, fuese relativame­nte expansivo, o como dicen en la izquierda, social.

Confiar en que este gobierno se vea obligado a hacerse impopular con recortes es bastante atrevido cuando tendrá manga ancha en los presupuest­os de 2021 y 2022. Por lo que el PP lo tendrá muy difícil para derrotar al Partido Socialista en 2023 si no logra unificar el voto de las derechas bajo sus siglas.

A fecha de hoy solo el 52,5% del voto del centro derecha español elige al PP, y un 47,5% se reparte entre las demás siglas. En número de votantes, el PP controla 5.5 millones, los otros partidos del centro derecha suman 5 millones. Con la derecha fragmentad­a será imposible alcanzar el gobierno en 2023.

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