La Razón (1ª Edición)

Los grafitis le cuestan 25 millones de euros al año a Renfe

El año pasado destinó 35.000 euros diarios a limpiar los vehículos atacados

- R. L. Vargas -

Más allá de una cuestión estética, los grafitis son un problema de profundo calado para Renfe. Estos actos vandálicos conllevan retrasos y cancelacio­nes en los servicios, problemas de seguridad, daños de reputación y un abultado coste económico que, en el caso del pasado ejercicio, se elevó hasta los 25 millones de euros, según expone la compañía en una comunicaci­ón interna sobre la cuestión enviada hace unas semanas a sus empleados.

El pasado ejercicio, Renfe registró una media de nueve actos vandálicos diarios, lo que le supuso una media sólo de gasto en limpieza de 35.170 euros diarios, casi 13 millones de euros en el conjunto del ejercicio, sensibleme­nte inferior, no obstante, a los 16 millones de euros registrado­s en 2017 por la operadora pública tras haber logrado reducir el número de actos y el volumen de superficie de sus trenes afectados. A esta cantidad, la empresa tiene que sumar otros costes relacionad­os relacionad­os con los grafitis y que van más allá de la limpieza de los vehículos, como son su traslado e inmoviliza­ción en las cocheras y la contrataci­ón de servicios de seguridad, lo que eleva la factura, en términos económicos, hasta los 25 millones de euros.

Problemas de seguridad

Pero más allá del perjuicio económico, estos actos acarrean otros problemas más graves si cabe. El año pasado, Renfe contabiliz­ó 730 amenazas y agresiones a empleados y personal de la compañía relacionad­os con la intervenci­ón de grafiteros. Además, estos actos «tienen consecuenc­ias en el desarrollo del servicio, provocando retrasos y cancelacio­nes que afectan a un gran número de clientes y a la entrega de mercancías a tiempo, así como la retirada de este material para su limpieza, no pudiéndose ofertar servicios por falta del mismo», explica la operadora en la citada comunicaci­ón.

Aunque Renfe asegura que tiene un sistema de rápida intervenci­ón

intervenci­ón del material afectado, la intervenci­ón de grafiteros crea «sensación de insegurida­d, mala imagen y afectacion­es a la puntualida­d del servicio, valores clave de la reputación de Renfe», lamenta la compañía.

Juicios

El año pasado, la operadora intervino en 59 juicios de grafitis contra sus trenes. Este año, la irrupción de la pandemia de la Covid-19 ha supuesto que entre enero y mayo, el número de estos sabotajes se haya reducido en torno a un 30%, hasta los 973, con un gasto medio diario de limpieza de 24.766 euros. Sin embargo, Renfe asegura que el regreso a la nueva normalidad ha supuesto un aumento significat­ivo en el número de grafitis, así como en el uso de la violencia empleada, destacando la intervenci­ón en grupo de los asaltantes.

Para evitar estos actos, Renfe no sólo pide a su personal que permanezca alerta sino que también toma medidas de autoprotec­ción como guardar el material, mantener los accesos a sus bases cerrados o estacionar los trenes de forma agrupada.

En 2019, la operadora contabiliz­ó 730 amenazas y agresiones a empleados y personal relacionad­os con los grafiteros

La empresa lamenta que estos actos provocan retrasos y cancelacio­nes que afectan a millones de pasajeros

 ?? EFE ?? Un tren de alta velocidad de Renfe con varias pintadas
EFE Un tren de alta velocidad de Renfe con varias pintadas

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