Ver «porno» empieza a los 12
Siete de cada diez jóvenes consumen contenidos sexuales de forma frecuente
El placer, la satisfacción de los instintos, la curiosidad y la búsqueda de referentes son los motivos principales por los que siete de cada diez jóvenes españoles de entre 13 y 17 años (un 62,5%) consumen contenidos sexuales de forma frecuente, aunque en el caso de los chicos este porcentaje se dispara: el 82% los ven a diario, mientras que las chicas lo hacen de forma semanal o mensual. Además, la edad a las que se empieza a ver pornografía ha descendido hasta los 12 años, e incluso un 9% de los menores de 10 años han accedido a ella en alguna ocasión.
Así lo señala un informe elaborado por la organización Save the Children bajo el título «(Des)información sexual: pornografía y adolescencia», para el que ha entrevistado a 1.753 adolescentes con el objetivo de estudiar el consumo de contenidos sexuales entre los jóvenes y el impacto que éstos tienen en sus relaciones y desarrollo. El estudio incluye una serie de recomendaciones sobre cómo tratar la sexualidad en el seno de la familia, los profesionales de la educación y la salud y entre los propios adolescentes, y una guía específica para padres y madres.
Según el director general de Save the children, Andrés Conde, el fácil acceso de los menores a la tecnología está detrás del adelanto en la edad de inicio a estos contenidos. El teléfono móvil es el medio elegido por el 93,3% de los jóvenes que consumen pornografía porque proporciona intimidad, y la mayoría de las búsquedas se dirigen a contenidos gratuitos online (98,5%) en los que predomina la violencia y la desigualdad. En la mayoría de los casos la relación con los amigos es el modo en el que se llega a estos contenidos: el 51,2% accede mediante el intercambio de fotos o vídeos. Aunque también hay un 28,5% (fundamentalmente chicos) que acceden por primera vez a la pornografía como resultado de una búsqueda activa, mientras que en un 17,4% (la mayoria chicas) encontraron estos contenidos de forma accidental mientras navegaban por internet.
Un hecho destacable es que para el 30% de los jóvenes estos contenidos son el único recurso para aprender sobre sexualidad y casi a la mitad de los encuestados le gustaría tener más información sobre temas afectivo-sexuales.
Pero, además, el informe trata sobre la repercusión que tiene el consumo de pornografía entre los adolescentes, y para más de la mitad (el 54,1%) da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 54,9% le gustaría poner en práctica lo que ha visto. En este sentido, el 47,4% de los jóvenes reconoce que ha llevado a la realidad alguna escena, algo que es especialmente preocupante para la directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children, Catalina Perazzo. «Sin una educación afectivo-sexual incluida en el curriculo y ante un mundo tecnológico lleno de posibilidades, la pornografía se ha convertido en profesora y consultorio de sexualidad para adolescentes», sostiene. Según Perazzo «el peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción. También es peligroso que crean que su consentimiento, sus deseos y preferencias, o los del resto, no tienen por qué ser tenidos en consideración», afirma.
Por último, el estudio de Save the Children señala que el 36,8% de los jóvenes que consumen pornografía con más frecuencia no diferencia entre la ficción y sus propias experiencias, y que el 46,1% no utiliza siempre métodos de protección en sus relaciones sexuales, y el 13,7% no lo hace nunca o casi nunca.