La Razón (1ª Edición)

Reino Unido ataja los empleos «zombies» ante la segunda ola de covid

El ministro del Tesoro sustituye los ERTE por un nuevo plan que protege solo a los trabajos que pueden sobrevivir a la pandemia

- Celia Maza -

Con el inicio de la pandemia, el Gobierno británico prometió al mundo empresaria­l que haría «lo que fuera necesario para sobrevivir a corto plazo». Pero han pasado seis meses de aquello y, en vista de que una segunda ola del covid-19 es ya «inevitable», Downing Street quiere apostar por un enfoque económico más sostenible para asumir una crisis que se va a prolongar, al menos, por otros seis meses más en un país que ya ha entrado en recesión. En este contexto, el ministro del Tesoro, Rishi Sunak, presentó ayer el denominado Programa de Apoyo al Empleo, que a partir del 1 de noviembre sustituirá a la actual fórmula de los ERTES. Desde marzo, el Gobierno está pagando el 80% de los salarios (por un máximo de 2.731 euros) de los trabajador­es afectados por la pandemia. Lo que supone un coste para las arcas públicas de alrededor de 12.000 millones de euros al mes. A día de hoy, casi tres millones de personas, es decir, el 12% de la fuerza laboral del Reino Unido, está recibiendo estos subsidios.

Con el objetivo de que las empresas puedan retener a más trabajador­es a tiempo parcial en lugar de despedirle­s una vez que terminen estas ayudas en octubre, el «Chancellor» apuesta por una nueva fórmula, basada en el modelo alemán, por la cual los trabajador­es podrán seguir recibiendo hasta el 77% de su paga.

Aquellos que quieran solicitar la ayuda deberán trabajar al menos un tercio de las horas de su jornada laboral y no un 50% como se había especulado en un prinque cipio. El Gobierno cubrirá ahora solo un tercio de la paga por las horas no trabajadas con un tope de 697,92 libras por mes (alrededor de 800 euros), el otro tercio lo cubrirían las empresas y los trabajador­es renunciarí­an al tercio restante. En definitiva, la empresa cubrirá el salario de las horas trabajadas y un tercio de las horas no trabajadas, equivalent­e al 55 por ciento del salario, mientras que la contribuci­ón del Gobierno será ahora sólo del 22 por ciento (y no del 80%). Con la nueva fórmula, el coste para las arcas públicas será de 2.000 millones de euros al mes. El objetivo es proteger los empleos viables y evitar la creación de trabajos «zombis» no podrían existir sin los subsidios. En otras palabras, evitar que miles de personas se queden en el «limbo de ayudas». «A medida que la economía se reabre, es fundamenta­lmente incorrecto mantener a las personas en trabajos que solo existen dentro de estas ayudas. Necesitamo­s crear nuevas oportunida­des y permitir que la economía avance. Eso significa apoyar a las personas en trabajos viables que brinden una seguridad genuina», explicó Sunak en los Comunes. Su intervenci­ón era más que esperada, después de que el Ejecutivo haya impuesto esta semana nuevas medidas para contener la propagació­n del coronaviru­s, donde los casos de contagio ya se duplican cada siete días. El número de muertos por covid-19 se acerca ya a los 42.000, la cifra más elevada de Europa. Entre las nuevas restriccio­nes, el Gobierno ha impuesto toque de queda a pubs y restaurant­es en Inglaterra que desde el jueves tienen que cerrar sus puertas a las 22 horas.

El programa estará abierto a todos los trabajador­es del Reino Unido, incluso aquellos que no se habían acogido al anterior de ERTES en marzo. Tanto pequeñas como medianas empresas podrán solicitar las nuevas ayudas, pero las grandes compañías tendrán que demostrar que la pandemia ha castigado sus ingresos para poder acogerse al programa.

El Gobierno conservado­r también ha decidido renovar en noviembre el apoyo a los autónomos, para que puedan recibir una paga mensual calculada a partir del promedio de ingresos de los últimos tres años. Además, el ministro decidió continuar con el apoyo al sector del turismo, la hostelería y los cines, los más castigados por la crisis, al mantener el Impuesto al Valor Añadido en el 5% –frente al 20% antes de la pandemia– hasta el próximo 31 de marzo. Asimismo, las empresas que recibieron préstamos estatales durante la pandemia tendrán cuatro años más para devolverlo­s, frente al límite de seis años hasta ahora.

El Ejecutivo británico recibió críticas este verano cuando anunció que cortaría el grifo a los ERTES en el mes de octubre. El premio Nobel Chris Pissarides señalaron que se trataba de «uno de los mayores errores políticos en la historia británica moderna». Sunak explicó ayer que, al tratar de mantener un equilibrio entre la lenta marcha de la economía y las restriccio­nes, era necesario sustituir el programa del que se han beneficiad­o 9 millones de trabajador­es.

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EFE El discurso televisado del «Chancellor» Rishi Sunak, ayer en un pub del centro de Londres

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