Cómo fabricar ladrillos con colillas
Son más ligeros y pueden aislar mejor de la temperatura que los materiales tradicionales
Entre las contribuciones que puede hacer la ciencia, debemos incluir el cuidado de nuestro planeta. Por eso, muchos equipos de investigación se centran en proyectos ambientales, como la búsqueda de materiales biodegradables o la creación de métodos alternativos para reciclar y degradar los materiales que ya tenemos.
El último trabajo de la Universidad de Melbourne, dirigido por Abbas Mohajerani, tiene lo mejor de ambas estrategias. Su descubrimiento permite reciclar las colillas y usarlas en la creación de un nuevo tipo de ladrillo, más barato y resistente que los actuales. De este modo, se puede mejorar la industria de construcción y dar solución a uno de los materiales más difíciles de reciclar: las colillas de tabaco.
Seis trillones
Las colillas de tabaco son uno de los materiales que más quebraderos de cabeza dan a los ambientólogos. Son pequeñas y se dispersan con facilidad, por lo que mucha gente tiende a tirarlas al suelo tras fumar. En el mundo se consumen aproximadamente seis trillones de cigarrillos al año. Eso implica una generación de más de un millón de toneladas de colillas, con un destino incierto entre el cenicero y el suelo.
Cuando tiramos una lata de aluminio o una botella de plástico, esta tarda miles de años en degradarse y desaparecer. Pero el problema de las colillas no es solo su degradación, sino lo que ocultan en su interior. Al fumar un cigarrillo, la colilla actúa como un filtro capaz de acumular las sustancias químicas más dañinas del tabaco. Si la colilla acaba en la naturaleza, las sustancias vuelven a y afectan al crecimiento de plantas y animales cercanos. Por lo tanto, hay que pensar una manera de eliminarlas de manera segura, y los métodos tradicionales no sirven. Los vertederos quedan descartados, ya que su contenido tóxico contamina a las bacterias cercanas que ayudan a la eliminación de la basura orgánica. La incineración tampoco es una opción, ya que estos compuestos acaban formando nubes tóxicas que ponen en peligro a los trabajadores y a nuestra atmósfera.
Si no podemos dejar las colillas en el exterior, lo mejor quizá sea encerrarlas en algo. El equipo de investigación de la Universidad de Melbourne probó a combinar las colillas con ladrillos, descubriendo algo sorprendente. En la proporción adecuada, adecuada, las colillas hacían al ladrillo más resistente.
Los ladrillos de arcilla son un material de construcción antiguo que nace de una necesidad clara: conseguir algo que sea capaz de soportar las toneladas de peso de un edificio, pero que sea ligero al mismo tiempo. La arcilla se moldea y se solidifica ante las altas temperaturas de un horno. Al hacerlo, se generan poros microscópicos, que reducen el peso del ladrillo sin afectar a su resistencia.
Las colillas están hechas de acetato de celulosa y arden dentro del horno. Si se mezclan las colillas con la masa del ladrillo, al hornearlo se forman burbujas en el lugar donde estaban las colillas, que le ayudan a volverse más ligero. Tras varias pruebas, comprobaron que sólo un uno por ciento de colillas trituradas en la masa era suficiente como para incrementar la ligereza del ladrillo sin afectar a su resistencia.
Puede parecer una proporción pequeña, pero importante. Si solo un 2,5 por ciento de los ladrillos fabricados en el mundo incluyeran esa proporción de colillas, acabaríamos con todas las toneladas que generamos cada año. Solo necesitaríamos un tipo de papeleras especiales para añadir las colillas y empezar su preparación en la faliberarse bricación.
Las burbujas del interior de los ladrillos acaban incluyendo los compuestos nocivos de las colillas, que no llegan a contaminar el medio ambiente. También incluyen el propio aire, que conduce mal la temperatura. Esto hace que un edificio construido con estos ladrillos especiales pueda tener mejor aislamiento térmico y mantener mejor la temperatura.
Ladrillos de alta calidad
Además, cuando las colillas del ladrillo arden y las burbujas se generan, el calor que propagan calienta el propio ladrillo desde dentro, acelerando la solidificación dentro del horno. Algo que permite a las fábricas ahorrar energía y aumentar su velocidad de producción.
Por todos estos motivos, los ladrillos con colillas se han vuelto una opción interesante para la industria. En su último estudio, el equipo de investigación ha hecho todo lo posible por enumerar todas las ventajas de estos ladrillos especiales, y describir de manera detallada los pasos que deberían realizar la industria que quiera incluir colillas en su material. Solo necesitamos papeleras especiales y una industria que quiera añadir una pizca a su mezcla de ladrillos. Así, todos saldremos ganando. Ya sea con un mundo más verde, o con un edificio menos frío.