Los de negro de aquí
Sostengo desde hace tiempo que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias solo están de acuerdo en dos puntos. El primero, en que son ellos los que mandan, parten el bacalao y deben perpetuarse en el poder, porque fuera lo tendrían muy complicado, especialmente el podemita. Y, el segundo punto en el que están de acuerdo, es que, y perdón por el juego de palabras, estando de acuerdo en el punto primero, mantienen desacuerdos en todo lo demás.
Eso en lo que respecta a los máximos gerifaltes de este Ejecutivo o Ejecutivos, porque tratándose de algunos ministros del Gabinete dudo que haya algún punto de acuerdo. Por ejemplo, no acierto a comprender que tienen en común Nadia Calviño y Escrivá con Iglesias. Otro tanto con la no podemita y sí comunista, según confesión de ella misma, Yolanda Díaz.
Tengo muy claro que Pedro y Pablo, y Pablo y Pedro, van a aguantar carros y carretas con tal de llegar al final de la legislatura. legislatura. Lo que ya no tengo tan claro es que «los de negro» del Gobierno, con Calviño y Escrivá, vayan a proceder de la misma forma y se jueguen el prestigio que todavía puedan mantener, apurando hasta el final para parar los golpes de Podemos, comunistas y una parte de los «sanchistas». Como justificación de su permanencia deberían utilizar el argumento que ya usó Pedro Solbes en su momento, cuando le requirió Rodriguez Zapatero para que tomase las riendas económicas. Ese razonamiento es que, siendo vicepresidenta o ministro, siempre podrán contribuir a que los del otro lado no perpetren más tropelías, por lo que los de Bruselas estarán más tranquilos.
Pero no sé si será suficiente argumento o terminarán diciendo a Sánchez que ahí te quedas. Para los empresarios, «lo de negro» de aquí, apoyados por «los de negro» de la capital comunitaria, también son, en principio, una cierta garantía de que no habrá mucho más desmadre del que ya sufrimos cada día. Pero, volviendo a lo que pasó con Pedro Solbes, conviene recordar que salió chamuscado de su experiencia gubernamental. Ahora, una de sus protegidas, como es Nadia Calviño, puede terminar igual.