La Razón (1ª Edición)

«The Crown» se corona y confirma la hegemonía de Netflix en las series

La ficción de Peter Morgan sobre la realeza británica se hizo con hasta cuatro estatuilla­s

- M. G. R. -

A finales del año pasado, la sensación de ridículo se hacía tinta y eran numerosos los medios británicos que avisaban, desde el absoluto desprecio a la inteligenc­ia de los espectador­es que «The Crown» era ficción y que los eventos que narra estaban dramatizad­os. Algunos, incluso, llegaron a pedir un aviso previo a cada capítulo. Probableme­nte, verse alojada en Netflix, estar interpreta­da por actores que seguían las instruccio­nes de un guion y un director, director, y estar ambientada hace tres décadas no era suficiente. Quizá hubiera que achacarlo al realismo. Sea como fuere, la producción de Peter Morgan para el gigante del «streaming» había vuelto a la palestra y además lo hacía con su mejor temporada hasta la fecha, en unas tramas que nos permitían ver en pantalla a las recreacion­es de Lady Di, el Príncipe Carlos o Margaret Thatcher. Sin apenas competidor­es de peso, puesto que Disney optó por una campaña de bajo perfil para «El mandaloria­no», la serie sobre la corona británica arrasó en las categorías de series y televisión de la 78ª. Edición de los Globos de Oro.

Más allá de Lady Di

Además de obtener el premio a Mejor Serie dramática, «The Crown» hizo triplete en las categorías actorales: Emma Corrin, dando vida a una joven Diana de Gales, se impuso a su propia compañera, Olivia Colman, como Mejor Actriz; Josh O’connor hizo lo propio como su esposo en la ficción; y Gillian Anderson, en una decisión bastante discutible ya que su desempeño se mueve entre lo mímico y lo paródico, también se hizo con la estatuilla por encarnar a la Dama de Hierro. Con su incontesta­ble triunfo, el de una serie que ya está en su cuarta temporada, los Globos de Oro reconocen la impecable trayectori­a de la ficción y la suben al Olimpo de los bicampeone­s de la categoría, junto a «Homeland» o «Mad Men».

En esa especie de premios de fin de curso también podrían entenderse los galardones en las categorías cómicas, que fueron a parar en su mayoría a «Schitt’s Creek». La serie de Eugene y Dan Levy (padre e hijo), casi desconocid­a en nuestro país, se repartió la tarta junto a la «Ted Lasso» de un Jason Sudeikis que agradeció su premio desde la comodidad de su hogar y en sudadera, como queriendo hacer un chiste gráfico e involuntar­io sobre los estándares de belleza exigibles a hombres y mujeres en Hollywood.

Reivindica­ciones más sesudas aparte, la HFPA volvió a fallar a su cita con la grandeza en el apartado de Miniserie o Película para televisión, en el que ante un plantel maravillos­o, se dejaron llevar una vez más por la inercia y premiaron al éxito social en el que se ha convertido «Gambito de dama», la ficción con el ajedrez como telón de fondo. Del mismo modo, reconocier­on a la angloargen­tina Anya Taylor-joy como Mejor Actriz de la categoría, por encima de los impecables trabajos de Daisy Edgar-jones («Normal People») o Cate Blanchett («Mrs. America»).

Consuela, al menos, que la gala intentara integrar los premios de televisión con los de cine, como haciendo un esfuerzo para que el gran público conciba el audiovisua­l como un ente indivisibl­e en el que el formato importa cada vez menos. Si bien en lo estrictame­nte cinematogr­áfico la victoria fue a parar a una distribuid­ora tradiciona­l, dejando con las manos vacías a Netflix y con los premios menores a Amazon, los Globos de Oro no renunciaro­n a su condición de puente y, a pesar de la victoria aplastante de «The Crown», no conviene olvidar que «Schitt’s Creek» es una serie de una cadena canadiense que en Estados Unidos se emite en el cable más básico, lejos de los grandes presupuest­os de sus pudientes competidor­as.

Para el anecdotari­o queda el Globo de Oro de Mark Ruffalo («La innegable verdad») que, además de ser de manera incomprens­ible el primer premio importante de su carrera, le permitió dar uno de los discursos de la noche, en clave política y ecologista: «A mis 54 años, creo desde la humildad que toda esta tristeza que hemos vivido como raza humana tiene que servirnos para algo. Lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa. La Madre Tierra se está muriendo. Nosotros somos la generación que estábamos esperando todo este tiempo. Es hora de actuar», remató.

En un año casi desértico, parece que todo se juega con vistas al futuro, en el que la temporada de la muerte de Lady Di se las tendrá que ver con «Euphoria», «Succession», «El cuento de la criada» o el renacimien­to de «Dexter».

 ?? NETFLIX ?? Emma Corrin, por su papel de Lady Di, y Josh O’connor, por dar vida al Príncipe Carlos, triunfaron en las categorías actorales
NETFLIX Emma Corrin, por su papel de Lady Di, y Josh O’connor, por dar vida al Príncipe Carlos, triunfaron en las categorías actorales

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