Fernández Mañueco afea a Tudanca que siembre cizaña
El socialista tacha de «caos» la gestión de la Junta y el presidente le acusa de «ensuciar» su promesa de lealtad y responsabilidad
Tenso e intenso debate parlamentario el que se producía ayer en las Cortes regionales entre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el líder de la oposición, el socialista Luis Tudanca, a cuenta de la gestión de la Junta en esta pandemia.
Un cara a cara en el que el jefe del Ejecutivo regional afeaba al dirigente del PSOE que haya «ensuciado» su promesa de lealtad y responsabilidad para mejorar las cosas en la lucha contra la covid, y se esté dedicando a la «pequeña conspiración» diaria y a «sembrar cizaña» sin pensar en nadie más que en sus intereses personales y partidistas.
Antes, Tudanca había calificado la gestión de la Junta en esta crisis sanitaria de «absoluto caos» y pedía a Fernández Mañueco que deje de hacer daño a Castilla y León. «Un presidente debe garantizar la seguridad y debe dar certidumbres a los ciudadanos; todo lo contrario de lo que usted y su Gobierno han hecho, faltando a su palabra y con continuas contradicciones y constantes cambios de criterios sin pensar en las consecuencias que tienen sus decisiones para la gente», denunciaba el líder de los del puño y la rosa, quien reprochaba a Fernández Mañueco su «falta de empatía y sensibilidad» para con los que están sufriendo en mayor medida esta crisis.
El jefe del Ejecutivo regional contestaba negando la mayor, que no hay contradicciones, cuando recordaba que la semana pasada, el vicepresidente Igea ya anunció que la desescalada iba a ser lenta y sin prisas para evitar una recaída, «porque es lo que la sociedad castellano y leonesa está pidiendo», decía, y cuando se anunciaron que los criterios a seguir para este regreso a la normalidad eran los mismos que en la segunda ola: la ocupación de las UCI y la incidencia.
«Repase su historial y del Gobierno de España, dirigido por su partido», espetaba el presidente a Tudanca, mientras defendía las políticas en positivo de su Ejecutivo, con prioridad para la salud y la vida de los ciudadanos, preservando la economía y modernizando la Comunidad.
«Quiera usted o no, seguiremos trabajando por Castilla y León», apuntaba Fernández Mañueco, a la vez que llamaba a Tudanca «negacionista» de los éxitos de la Comunidad. ««Niega la fortaleza de la Sanidad, las medidas y el esfuerzo realizado para salvar vidas y evitar el colapso sanitario, también el rastreo y los cribados. Niega que la Región esté a la cabeza en vacunación, niega las ayudas directas a la hostelería y los autónomos y niega que tengamos los presupuestos más expansivos y sociales de la historia; es usted un foco de negatividad», aseguraba.
También fue intenso el cara a cara que mantenía con el líder de Podemos, Pablo Fernández, quien había acusado al presidente de vender su alma a Igea e incluso al diablo con tal de perpetuarse en el cargo «aferrado como un mejillón», para después pedirle que, «por dignidad», dimitiese antes de que le echen los suyos. El jefe del Ejecutivo autonómico reprochaba a Fernández el tono «faltón» de su intervención que está al límite de su paciencia y le pedía más colaboración. Y sobre su dimisión, contestaba que «dimita usted, porque donde gestionaron algo -decía- nadie les ha echado de menos».