«MI PALABRA PERMANECE INTACTA. NO SUBIRÉ IMPUESTOS»
LíbrenosLíbrenos Dios de dudar de la palabra de un político en campaña, pero mucho me temo que el noble empecinamiento del candidato socialista en mantener la promesa de que los madrileños no tendrán que pagar ni un euro más de impuestos, impuestos, así, en el tuit original, aboca a nuestra región a sufrir la imposición del artículo 155, como si de díscolos catalanes se tratara. Y no sé yo cómo iban a reaccionar las buenas gentes que aquí viven y trabajan ante tamaña agresión a su autogobierno, pues todo el mundo sabe lo del 2 de mayo, el «no pasarán» y el voto a Esperanza Aguirre, muestras de un espíritu rebelde de consecuencias imprevisibles. Nada menos que un 155 en la región del «viva Ayuso», que nos tiene abiertos los bares, donde pervive la andanada del 7 en Las Ventas, los calamares rebozados se sirven en bocadillo y puedes tropezarte en cualquier sitio con un socio del
Atlético de Madrid. En cualquier caso, el asunto no tiene buena salida. Si usted gobierna y mantiene intacta su palabra, le hace un Ayuso a las políticas fiscales que propone el partido que le respalda, y, si bien, nada de lo que es socialista nos es ajeno, estaríamos, en este caso, ante una sublimación del accidentalismo político que ni siquiera tiene cabida en los sueños más húmedos de Redondo, por no hablar del disgusto que se iba a llevar el valenciano Ximo Puig, siempre tan atento a lo que pasa en Madrid. Si quiere un consejo sincero, debería retirar ese tuit de su cuenta, que, llegados a una edad, ya no tenemos hechuras para acabar exhibiendo las contradicciones como un Pablo Iglesias cualquiera, y publicar otro del tipo «los madrileños tendrán unos impuestos justos y equilibrados», que no compromete mucho, aunque, eso sí, no evitará que, instintivamente, los madrileños, se echen mano a la cartera. Por otra parte, si se nos permite una última reflexión, tampoco es que tenga que preocuparse mucho. En Madrid y en el resto de España, hasta el más desavisado tiene asumido que el Gobierno de Sánchez lo va a brear a impuestos. Como en el chiste del escorpión y la rana, está en su naturaleza.