El «sudoku» de las vacunas: cuatro sueros para 9 grupos
Con Janssen se podrá concluir el proceso con los septuagenarios
Los últimos datos del Ministerio de Sanidad, suman 159.487 al cómputo de personas inmunizadas con las dos dosis, por lo que asciende a 3.611.606 la cifra de ciudadanos que se consideran inmunes a la covid por haber recibido la pauta vacunal completa, el 7,6% de la población.
La cifra diaria de inyecciones administradas se vuelve a equiparar a los registros récord de semanas anteriores, que rondan las 440.000 inoculaciones en los días en los que ha habido una mayor celeridad en la vacunación.
El proceso ya se ha finalizado en las residencias de ancianos al completo. En siguiente grupo, el de mayores de 80, el 98,8% tiene ya la primera dosis y el 62,1% ha completado la pauta. En el grupo de septuagenarios, la coberura es la siguiente: el 50% ha recibido la primera dosis y solo el 3,5% la segunda. Para agilizar la inmunización de este grupo de edad, de gran riesgo, Sanidad utilizara las primeras remesas de Janssen. En total, España tiene contratadas un total de 17,5 millones de dosis de esta vacuna.
Entonces, ¿cuál es la que me toca?. Es la pregunta que se hacen infinidad de ciudadanos ante los continuos bandazos del Ministerio de Sanidad con la estrategia de vacunación. Lo cierto, es que hasta que llegó Astrazeneca, la pauta era muy simple. Pfizer y Moderna (las primeras en ser aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento, EMA) se utilizarían primero en residencias de mayores, sanitarios y otro personal sociosanitario, hasta acabar por completo la cobertura de estos grupos 1, 2 y 3. Después, se emplearía con grandes dependientes y mayores de 80 (grupos 4 y subgrupo 5.A). Hasta ahí todo bien.
El lío llegó con el fármaco desarrollado por Oxford. Como no había evidencias suficientes sobre su efectividad en mayores, España empezó a usar Astrazeneca para vacunar al grupo 6: trabajadores esenciales, como policías y docentes, menores de 55 años. Meses después y ante los nuevos estudios que verifican su eficacia también en población mayor, España amplió el límite de edad hasta los 60 años. Sanidad comenzó a estudiar la posibilidad de ampliar aún más la edad hasta los 70, pero el anunció de la EMA paralizó el asunto. Como la agencia europea constató el vínculo de Astrazeneca con los casos de trombosis, sobre todo en personas jóvenes, España tuvo que dar un vuelco a su estrategia. Si antes empleaba esta vacuna para trabajadores esenciales y personas menores de 60, a partir del aviso de la EMA limitó su uso de 60 a 69 años.
Pero no estaba todo resuelto. Quedaban dos cabos que atar. Por un lado, el grupo de septuagenarios (subgrupo 5.b: personas de 70 a 79 años) se quedaba en tierra de nadie. Se le llamó la «generación sandwich». Por un lado veían que los mayores
Astrazeneca primero se pautó para los trabajadores esenciales menores de 55 años
Después se amplió su uso a mayores de 60, pero el aviso de la EMA obligó a rediseñar por completo la estrategia
de 80 concluían su vacunación con Pfizer y Moderna y que, paralelamante, se vacunaba con Astrazeneca a las personas de una generación anterior a la suya, de 60 a 69. Y ellos de quedaban fuera, pese a la alta letalidad. La razón es que Sanidad pautó para los de 70 a 79 las vacunas de ARN mensajero, pero estaban siendo utilizadas por los mayores de 80. Por eso, la primera remesa de Janssen se ha reservado a este colectivo.
El otro fleco pendiente es qué hacer con los menores de 60 que habían recibido la primera dosis de Astrazeneca. España estudia dejarles con una dosis o completar la pauta con Pfizer, como ya hacen países como Alemania y Francia.