Correa lo hace más sencillo
El argentino volvió a marcar el camino de la victoria del Atlético ante el Huesca. Carrasco remató el triunfo rojiblanco
Correa se está acostumbrando a quitarle el tapón a los partidos del Atlético. Lo hizo el domingo contra el Eibar y repitió contra el Huesca. Se acerca el descanso y encuentra la inspiración. Esta vez era el minuto 39 cuando el argentino acertó con la portería en un disparo con la izquierda.
El «10» del Atlético ha asumido la responsabilidad en ausencia de Luis Suárez y de Joao Félix. Y, gracias a él, el Atlético sigue sumando en partidos grises para ver más cerca la Liga.
Le cuesta al Atlético encontrar el ritmo y, sobre todo, el camino hacia la portería. Y cuando lo encontró se encontró con el acierto de Álvaro Fernández. El portero de la sub’21 demostró su agilidad con una doble parada en la misma jugada, aunque el remate de Saúl fuera al bulto. Pero su trabajo impedía que el Atlético se pusiera por delante.
Se ha olvidado Simeone de los cinco defensas en los últimos partidos y contra el Huesca sólo lo utilizó en los minutos finales para no sobrecargar las piernas de algunos futbolistas. Lodi entra por el costado izquierdo y Trippier por el derecho sin necesidad de esa red de protección que tenían con los tres centrales. Mucho tiene que ver la presencia de Héctor Herrera por delante de la defensa. El mexicano guarda el sitio en el centro del campo, pero además da sentido al juego de su equipo. En corto y en largo. Ningún jugador del Atlético tiene la facilidad que muestra el ex jugador del Oporto para los desplazamientos largos. Es una salida para aprovechar la potencia de jugadores como Llorente o la velocidad de Correa para sorprender a la defensa. Y una manera de saltarse líneas de presión que desahoguen el juego del Atlético.
Herrera da más posibilidades al juego de su equipo también en defensa. Sin necesidad de tener un físico poderoso sabe siempre lo que tiene que hacer. Y si tiene que tirarse al suelo para cortar un contraataque de Rafa Mir lo hace con éxito mientras sus compañeros intentan desequilibrarlo sin éxito en su carrera.
El mexicano ofrece tanto como Llorente y como Correa, futbolistas en los que Simeone siempre confía porque es consciente de lo que le ofrecen. No es extraño que el argentino acabe agotado los partidos, exprimido en defensa y en ataque. Aunque ante el Huesca Simeone le dio descanso en los
minutos finales. Un respiro, aunque no fuera mucho.
Cuando lo cambió, el Atlético ya se sentía ganador porque el Huesca no tenía armas suficientes para amenazarlo. Incluso Pacheta acabó retirando a Rafa Mir para dar una oportunidad a Sandro. Suya fue la mejor ocasión del equipo visitante en los instantes finales, aunque Oblak acertó a despejar.
No tuvo necesidad esta vez de hacer milagros el portero esloveno, que pudo vivir alejado del peligro durante la mayor parte del partido.
Y para cuando tuvo que intervenir ya había conseguido el segundo el Atlético en una jugada a trompicones de Dembélé, con un balón perdido que recuperó Llorente antes de entregárselo a Carrasco para que sólo tuviera que empujarla a gol sin nadie que le molestara.
Protestaron los jugadores del Huesca una posible posición adelantada del belga. Así lo parecía en directo, pero estaba en línea con la pelota cuando Llorente se la entregó.
Sin demasiadas dificultades, el Atlético sigue avanzando con la esperanza de definir la Liga en los instantes finales del campeonato. Sin brillo, sin lucidez, pero firme en sus resultados y sin complicaciones europeas como las de su gran rival por el campeonato, el Real Madrid. Paso a paso y partido a partido, el Atlético continúa sumando.