Escrivá insiste en escoger más años para la jubilación
Plantea sobrecotizar los contratos reiterados de corta duración
El Gobierno mantiene la ampliación del periodo de cálculo para las pensiones de jubilación. A pesar de que esta reforma no se contempla explícitamente en las recomendaciones del Pacto de Toledo, de la negativa de los sindicatos y de Unidas Podemos, socio del Gobierno, el Ejecutivo ha mantenido en todas las fichas remitidas a Bruselas esta opción, como reconoció ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. El departamento de Escrivá evaluó ampliarlo de 25 años a 35 años, un periodo que finalmente se diluyó ante las presiones por todos los flancos. Pero no así la idea. De hecho, el Gobierno quiere tener lista a finales del año que viene esta ampliación.
La reforma se encuadra en «la adecuación de las carreras profesionales al periodo de cómputo de la base reguladora de la Seguridad Social, que tendremos que analizar con una evidencia empírica más clara y que estará culminada a finales del año que viene», indicó ayer Escrivá. Este tratamiento «más equitativo» ante las interrupciones y lagunas en los últimos años de la vida laboral se encuadraría «en periodos más largos de cómputo del periodo de referencia para la base reguladora», explicó el ministro. Sobre si en esta ampliación del periodo de cálculo se podrían suprimir los peores años de la carrera de cotización, aseguró que «tenemos que ver muchas carreras laborales, pero exceptuar los peores años es algo que tenemos en la cabeza».
En su repaso a las reformas que competen a su cartera dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia, Escrivá recordó que España se ha quedado rezagada dentro de la eurozona a la hora de retener a la población mayor de 60 años en el mercado laboral. «La
tasa de población que trabaja en España entre los 65 y los 69 años siempre ha estado por debajo de la europea, mientras que en la eurozona se ha pasado del 7% al 13% en los últimos 15 años. Nos estamos quedando atrás. Es una falacia pensar que hay una sustitución entre empleo sénior y júnior», remarcó el ministro frente a las tesis que defiende su compañera de Gobierno y ministra de
Trabajo, Yolanda Díaz, que considera un error alargar la vida laboral porque tapona el acceso de los jóvenes al mercado.
También sobre las reformas en pensiones, Escrivá reiteró su intención de sustituir el factor de sostenibilidad por uno de equidad intergeneracional. «Es algo que estamos empezando a ver», dijo, sin adelantar los criterios que englobará el mecanismo y cómo impactará en las pensiones.
Temporalidad
Otro de los aspectos más controvertidos que contienen las reformas remitidas a Bruselas son los desincentivos a los contratos de corta duración que el Gobierno quiere reforzar para combatir la temporalidad y el abuso del sistema de seguridad social. Escrivá contempla actuar con mayor firmeza contra aquellas empresas que den de baja al mismo trabajador «de forma recurrente». «El desincentivo irá creciendo en función del número de bajas», avanzó, en referencia a los frecuentes contratos de lunes a viernes. En 2019, en España hubo 27 millones de bajas a la Seguridad Social, una de cada cinco tuvo una duración de un día, más de un tercio duran menos de cinco días y tres de cada cinco tuvieron una duración inferior a un mes.