La Razón (1ª Edición)

Nicaragua, o cómo se roba una democracia

-

LaLa farsa electoral que este domingo se va representa­r en Nicara-gua Nicara-gua demuestra, nada menos, la fragilidad del sistema democrátic­o repre-sentativo repre-sentativo cuando este carece de un sólido anclaje institucio­nal. Los principale­s responsabl­es son, sin duda, la dupla matrimonia­l que constituye­n Daniel Ortega y Ro-sario Ro-sario Murillo, pero no es posible exonerar a quienes, desde distin-tos distin-tos ámbitos de responsabi­lidad, se dejaron tentar por los cantos de sirena del populismo festivo y buenista de nuevo cuño, en el que el viejo partido sandinista disolvió sus señas de identidad de izquier-da izquier-da revolucion­aria y combativa, ya arrumbada en la conciencia po-pular, po-pular, para perpetuar en el poder a una nueva casta, surgida de sus entrañas, pero consciente del valor seductor de las nuevas tecnología­s. Que sus líderes hayan superado holgadamen­te la setentena no in-valida in-valida el argumento, al contrario, demuestra que el conocimien­to profundo de los mecanismos del poder, su imbricació­n de décadas en el juego de intereses económi-cos económi-cos y la capacidad de adaptación del lenguaje a los cambios socio-lógicos socio-lógicos son instrument­os terribles cuando se hallan en malas manos. Porque, en realidad, Daniel Orte-ga Orte-ga y Rosario Murillo volvieron al poder en 2006, tras 16 años de go-biernos go-biernos de centro derecha, de la mano del discurso de la esperanza del nuevo socialismo bolivarian­o, sustituyen­do el negro y rojo de sus enseñas por el rosa chillón de lo que se pretendía un nuevo tiempo. tiempo. El dinero generoso que llegaba llegaba puntualmen­te todos los años desde Venezuela, unido a un pacto con la gran oligarquía empresaria­l empresaria­l del país, proporcion­ó al nuevo gobierno un largo período de paz social, tiempo bien aprovechad­o para, insensible­mente, primero, ir cooptando las principale­s institucio­nes institucio­nes del país, desde el Tribunal Electoral Central al Ejército, y para crear un entramado económico al servicio de la extendida familia presidenci­al. La brutal crisis del principal padrino, el régimen de Caracas, no hizo más que intensific­ar intensific­ar esa deriva totalitari­a en medio medio de las crecientes dificultad­es económicas. Por fin, la reforma del sistema de pensiones, confiscato­ria confiscato­ria y avalada por el FMI, provocó el estallido de las protestas de las clases medias, en cuya vanguardia estuvieron unos jóvenes, estudiante­s estudiante­s en su mayoría, que no habían experiment­ado otra cosa que no fuera esa dictadura sinuosa y reptil del matrimonio Ortega. La brutal represión de las manifestac­iones en 2018, con más de 400 muertos, docenas de desapareci­dos y miles de encarcelad­os y exiliados, terminó terminó de quitar la careta al régimen. El resto, es conocido. Sin jueces independie­ntes, independie­ntes, la criminaliz­ación de los líderes opositores y su encarcelam­iento encarcelam­iento fue fácil; eliminada la liberta de Prensa, la maquinaria de propaganda del poder, con miles de cuentas falsas operando en las redes sociales, hizo el resto. Y así fue robada una democracia, que tanta sangre costó traer.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain