La calamidad que enfrentan Joe Biden y los demócratas
► El presidente necesita distanciarse de la franja izquierda de su partido
DosDos de los mejores libros sobre el tra-bajo tra-bajo escritos sobre George Washing-ton Washing-ton comparten un t í tulo: « The Imposs ible Presidency». Incluso los presiden-tes presiden-tes más capaces están condenados al fracaso, escribe Jeremi Suri en el más reciente de ellos: « Limitar el fracaso y lograr algo bueno en el camino, eso es lo mejor que pode-mos pode-mos esperar».
Incluso con estos sombríos es-tándares, es-tándares, Joe Biden se está hundiendo. Habiendo recibido más votos que cualquier candida-to candida-to en la historia, ha visto colapsar sus índices de aprobación. A estas alturas de un primer mandato, solo Donald Trump era más impopular. Los demócratas aca-ban aca-ban de perder las tres principales oficinas estatales en Virginia, que Biden ganó por diez puntos por-centuales por-centuales hace un año. Esto es un mal augurio para los comicios in-termedios in-termedios del próximo año: su partido probablemente perderá sus mayorías en el Congreso.
Los demócratas en el Congreso están divididos por disputas entre facciones. A principios de este año aprobaron un gran estímulo, pero el resto de la agenda de Biden –un paquete de infraestructura bipar-tidista bipar-tidista de 1 billón de dólares y un proyecto de ley de gasto social por valor de 1,7 billones de dólares du-rante du-rante diez años– se ha estancado. Si se aprueba, es casi seguro que la legislación incluirá más dinero para infraestructura, un crédito fiscal para niños para reducir la pobreza, financiación para la edu-cación edu-cación preescolar, una reducción en el costo de los medicamentos recetados y un crédito fiscal para energía limpia que alentará la inversión inversión privada en nuevas capacidades capacidades de generación. Es probable que este gasto sea financiado por cambios impositivos dañinos, pero a los votantes puede que no les importe. importe.
De hecho, es posible que levanten levanten el ánimo el próximo año. Los casos de Covid-19 se han reducido a la mitad desde septiembre. Si el desempleo cae aún más, los bloqueos bloqueos de la cadena de suministro se alivian y la inflación baja, la vida será más fácil para aquellos que sienten que las probabilidades están están en su contra. Sin embargo, para Biden, ahí es donde terminan las buenas noticias.
Algunos de sus problemas están sobrevenidos. La política estadounidense estadounidense está sujeta a patrones más parecidos a las leyes de la física física que a las posibilidades de las carreras de caballos. Una es que el partido del presidente pierda escaños escaños en los períodos intermedios. Los demócratas solo tienen un colchón de cuatro asientos en la Cámara de Representantes, por lo que su mayoría mayoría probablemente esté condenada condenada al fracaso. Independientemente Independientemente del o que haga Biden, es probable que la fase legislativa de su presidencia dé paso a la fase reguladora. Sin embargo, con una mayoría conservadora en la Corte Suprema, encontrará su espacio para rehacer el país recortado.
Más allá del próximo año, las perspectivas de los demócratas son aún más sombrías. Su impopularidad impopularidad entre los blancos sin educación universitaria les cuesta grandes extensiones del país fuera de las ciudades y los suburbios. Para Para ganar el colegio electoral, la Cámara Cámara de Representantes y el Senado Senado necesitan una mayor participación del voto directo que cualquier partido en la historia. Ganar Ganar en estas condiciones, al mismo tiempo que se reparan las instituciones instituciones nacionales y se avanza en los problemas de EEUU, desde la salud pública hasta el clima y la movilidad social, es una tarea para un político de talentos sobrehumanos. sobrehumanos.
El señor Biden no es ese tipo. Ha lidiado admirablemente con las desgracias personales y, según la mayoría de las personas, es amable y decente. Sin embargo, hay una razón por la que ganar la presidencia presidencia le llevó más de 30 años de intentos. Los votantes de las primarias primarias demócratas lo eligieron no como inspiración, sino principalmente principalmente como una medida defensiva defensiva para bloquear al campeón de los progresistas, Bernie Sanders.
Biden hizo campaña por su competencia, competencia, centrismo, experiencia en política exterior y un rechazo al trumpismo inquietante. Pero la retirada de Afganistán fue una debacle, debacle, ha gobernado a la izquierda y las guerras culturales siguen tan ferozmente como siempre. La pobreza pobreza infantil se ha reducido en una cuarta parte, gracias a la legislación legislación aprobada por el Congreso bajo su mando. Esto sería una novedad novedad incluso para la mayoría de los demócratas.
Sin embargo, el problema no es solo el Sr. Biden. La clase activista de izquierda con educación universitaria universitaria de su partido asume constantemente que el electorado tiene las mismas actitudes sobre la raza y el papel del gobierno que ellos. Virginia es el último ejemplo de esta locura. EEUU es un país joven y diverso. La edad promedio es menor de 40 años y solo el 60% del país se identifica como blanco. El electorado es diferente. Tomando como guía un promedio de los períodos intermedios intermedios de 2018 y 2014, el 75% de los votantes serán blancos y su edad promedio el próximo año será de 53. Los demócratas tienen una gran ventaja entre los de educación universitaria. Pero solo el 36% obtuvo obtuvo titulación universitaria. Una base demasiado pequeña, especialmente especialmente porque los republicanos logran avances con los votantes no blancos.
Cuando Richard Nixon ganó en 1972, los demócratas de nueva izquierda izquierda fueron pintados como el partido del «ácido, la amnistía y el aborto». La nueva izquierda es fácilmente fácilmente caricaturizada como el partido de los que dicen «persona que da a luz» en lugar de «madre» y quieren poner al FBI sobre los padres que tienen el descaro de criticar a los maestros.
Estos activistas ruidosos, y el pequeño pequeño número de radicales electos de los escaños demócratas seguros, seguros, dificultan que el partido gane en áreas más moderadas, a pesar de que no representan a la mayoría. Contrarrestar el mensaje republicano de que cumple los deseos deseos de la izquierda radical requerirá requerirá que Biden sea mucho más duro con los márgenes de su partido. Eso puede significar hacer cosas que odia. Si los demócratas creen que los intentos sucios de ganar el poder están por debajo de ellos, entonces deberían mirar lo que está sucediendo en el Partido Republicano. La elección de Glenn Youngkin como gobernador gobernador de Virginia sugiere que los republicanos republicanos pueden ganar en los estados indecisos, incluso con Trump como jefe. Biden y su partido partido deben pensar detenidamente sobre lo que están preparados para hacer para limitar el riesgo de otros cuatro años de Trump. Porque ahí es donde bien podría conducir una presidencia fallida de Biden.