La Razón (1ª Edición)

Récord histórico del centrodere­cha español

- Lorente Ferrer

ElEl frente electoral permanece estable en este último semestre. En mayo se produjo una ruptura con el escenario anterior, heredado de las elecciones de noviembre de 2019, y después el PP sorpasó al PSOE, tanto en voto como en escaños. Esta circunstan­cia se debió al retroceso del PSOE por el efecto dominó a raíz de las autonómica­s de ese mes en Madrid y simultánea­mente al crecimient­o del PP, basado fundamenta­lmente en la incorporac­ión de la mayor parte del electorado de Cs y en el comportami­ento de los nuevos electores y en los que se abstuviero­n en 2019, que ahora tienen al PP como el principal destino.

En el periodo anterior, entre las generales de noviembre de 2019 y las autonómica­s madrileñas de mayo de 2021, la izquierda y sus aliados nacionalis­tas e independen­tistas dominaban las encuestas, pero el triunfo popular en la Comunidad de Madrid supuso un revulsivo y un punto de inflexión que nos ha llevado a una nueva situación, mantenida en los últimos seis meses y que se caracteriz­a por el liderazgo nacional del PP sobre el PSOE. Una circunstan­cia que no sucedía desde las generales de 2016, y porque la suma de las derechas no nacionalis­tas o independen­tistas (PNV y Junts), supera la mayoría absoluta en el Congreso. Incluso en estos meses, la suma de PP, Navarra+, Cs y Vox ha fluctuado entre el 47,7% y el 48,5%, auténtico record histórico jamás alcanzado por el centrodere­cha español, ni con las mayoría s absoluta s de azn ar (44,5%) y Rajoy (44,6%). Aunque ahora, a diferencia de 2000 y 2011, las derechas están divididas, con dos grandes formacione­s: el PP, con el 29,3% y Vox, con el 15,2%. Entre ambos suman 176 escaños, pero si sus votantes se concentrar­an en una única candidatur­a alcanzaría­n los 200, cantidad no conseguida ni por Azar (183) ni por Rajoy (186). Nunca en nuestra democracia ha habido tanto voto de derechas y por su división solo aspiran a una mayoría absoluta ajustada.

Esta nueva correlació­n de fuerzas hace, si comparamos­los datos con las anteriores generales, que el bloque de las izquierdas pierda 1,6 millones de votantes, un 4,6% del voto y 27 escaños. Mientras que las derechas crecen en un 4,7% del voto, 26 diputados y ganan más de medio millón de votantes netos. las izquierdas tienen a la abstención como su peor enemigo, que les resta 1,1 millones de votantes: de ellos 0,7 millones al PSOE y 0,4 millones a unidas podemos. además se registra la transferen­cia de 377.000 votantes desde el PSOE al P P. Este aumento de la abstención en las izquierdas hace que la participac­ión a nivel nacional ante unas generales sea hoy 3,7 puntos inferior. el intercambi­o de votantes en el seno de las izquierdas no es ni significat­ivo ni determinan­te. El PSOE transfiere a Podemos y a Más Madrid 177.000 votos, y recibe 281.000 de ellas.

Donde sí observamos cambios importante­s es en las derechas. El naufragio naranja en la Comunidad de Madrid se ha extrapolad­o a nivel nacional: 978.000 votantes de Cs se han pasado al PP. Representa­n el 59,3% de los 1.650.000 votantes de Cs en noviembre de 2019. Otro 24,3% (401.000 votantes) repetiría su voto naranja y el 10,1% (167.000 votantes) optaría por la abstención. esto eleva alpp desde el 20,8% de 2019 al 29,3%, mientras que Vox sigue estable.

En cuanto a la migración electoral entre el PP y Vox, hay un saldo positivo a favor del PP, que recibe 329.000 votantes de los de Abascal, el 9% del total del voto de Vox, mientras que los populares transfiere­n a Vox 143.000 votantes, tan solo el 2,8% del electorado de Pablo Casado.

Nunca en nuestra democracia ha habido tanto voto de derechas

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