La Razón (1ª Edición)

Díaz esperará a los datos económicos para iniciar su «escucha»

► El informe del paro y el acuerdo anticrisis son claves. Se confiesa ilusionada, pero Podemos todavía desconoce su hoja de ruta

- Rocío Esteban. MADRID

ParalizóPa­ralizó su «proceso de escucha» a mitad de marzo «por pura res-ponsabilid­ad» res-ponsabilid­ad» ante la dramática situación a nivel europeo por la invasión de Putin en Ucrania y sus conse-cuencias conse-cuencias económicas que deriva-ron deriva-ron en España. La vicepresid­enta Yolanda Díaz había anunciado que sería en primavera cuando se lanzaría a recorrer el país entero para recoger las percepcion­es de la sociedad y sentar las bases de lo que será su plataforma de cara a las próximas elecciones genera-les. genera-les. En ese momento, alrededor del 22 de marzo, ni ella ni su equi-po equi-po veían que fuese oportuno pre-sentar pre-sentar las bases de lo que en futu-ro futu-ro será una plataforma de unidad, al entender que la ciudadanía po-día po-día penalizarl­o por tomar el pro-tagonismo pro-tagonismo personal en un mo-mento mo-mento tan delicado como es la guerra que asola a Europa. Si bien la situación económica cambió sus planes, ello no significa que su núcleo de confianza no se en-cuentre en-cuentre volcado en este futuro proyecto, sino al revés.

De hecho, la vicepresid­enta co-municó co-municó esta misma semana que «en breve» reactivará estos planes y comunicó que se encontraba «muy ilusionada» por comenzar. « Estoy deseando poder iniciar esta conversaci­ón abierta con la sociedad española», aseguró en una entrevista en TVE. Sin dar más detalles, la dirigente gallega sí que comprueba ese apoyo a su figura de manera continua. Esta misma semana, en una conferenci­a en la Universida­d de Santiago de Com-postela, Com-postela, recogió estas mismas sen-saciones. sen-saciones. Por tanto, a la vicepresi-denta vicepresi-denta solo le queda fijar una fecha oficial al inicio de su camino, que, según ha podido saber este diario, ya tienen en mente y que depen-derá, depen-derá, en buena medida, de los próximos datos de paro que se conocerán el próximo 3 de mayo o de las medidas anticrisis que todavía no se han definido, como cerrar el tope de gas a 30 euros megavatio hora, que depende del visto bueno de Bruselas y que ten-dría ten-dría como resultado una rebaja inmediata de la factura de la luz.

Así, la vicepresid­enta espera que los datos económicos mejo-ren mejo-ren para conseguir un impulso que presentar con su proyecto político, un golpe de efecto, que eleve su ya consolidad­a proyec-ción proyec-ción nacional e internacio­nal –esta última es una de las más importante­s y que está logrando forjar después de su viaje a Chile y a Brasil, así como su audiencia privada con el Papa Francisco–.

En el plano nacional son varias las batallas que ha ganado dentro del Ejecutivo: subida del SMI, aprobación de la reforma laboral, entre sus principale­s triunfos más cercanos que, si bien quedan lejanos lejanos tras la difícil situación económica económica y las consecuenc­ias en el plano político, como fue la división división en Unidas Podemos por apoyar apoyar el envío de armas o con el giro de Sánchez en política exterior por su apoyo a Marruecos en su plan autonomist­a sobre el Sáhara Occidental, o las dificultad­es en la negociació­n ante el plan anticrisis anticrisis del gobierno por Ucrania; el sector morado puja por prorrogar prorrogar las medidas sociales más allá de los tres meses, que todavía debe ser aprobado.

De cara a su plataforma, la vicepresid­enta vicepresid­enta sí ha ido dando pistas de cómo será su conformaci­ón. Prevé celebrar actos «novedosos» con distintos formatos y contando con la sociedad civil. La presencia de los sindicatos, en este camino, se da por descontada, dado que su objetivo es el de aglutinar todas las sensibilid­ades y la acción sindical es fundamenta­l para la ministra de Trabajo. De hecho, para su proyecto, proyecto, la vicepresid­enta sopesa la idea de incorporar perfiles independie­ntes independie­ntes de distintos ámbitos de la sociedad civil. Además, la ministra ministra del Gobierno rehusará construir construir un partido al uso y se fija en las «mareas» que ya triunfaron en Galicia en 2015. « No tiene porque ser un partido», repite con asiduidad. asiduidad. Mientras, en el cuartel general general morado siguen los pasos de su futura líder con cierto recelo ante su proyecto, del cual, según confirman confirman dirigentes morados, «todavía «todavía no conocen su hoja de ruta» ni tampoco el calendario. Sin embargo, embargo, si se reafirman en contestar que la dirección morada «estará a disposició­n» de Díaz y para ello trabajan para construir «un Podemos Podemos fuerte». Tras las peticiones de los morados para conseguir protagonis­mo protagonis­mo en su plataforma, la vicepresid­enta les concedió esta semana un hueco en la «recta final» final» del proyecto de escucha, donde donde dijo contará con los partidos políticos que quieran sumarse, a pesar de que su premisa es que las formacione­s sean «herramient­as», mientras que la ciudadanía será el núcleo de su plataforma.

El choque con Iglesias

Este camino durará un espacio de seis meses en el que la vicepresid­enta vicepresid­enta testará si esa proyección nacional y apoyo que demuestran las encuestas es real. Será entonces entonces cuando ésta decidirá si se presenta presenta como candidata a las próximas próximas elecciones generales y lo hará por medio de un proceso democrátic­o, democrátic­o, según anunció la propia Díaz en una réplica directa al exvicepres­idente exvicepres­idente Pablo Iglesias, que en los últimos días ha sembrado dudas sobre la idoneidad de nombrar nombrar a Díaz como su sucesora pasando pasando por alto las primarias para su designació­n. Incluso, llegó a tratar de cercar a Díaz intentando acotar su liderazgo, asegurando que ella era el resultado –como ministra del Gobierno– del empeño empeño de un núcleo de dirigentes de Podemos de entrar en el Gobierno de coalición en 2019.

Ante esto, Díaz quiso dejar claro claro que su liderazgo lo elegiría la ciudadanía, minimizand­o así las críticas de Iglesias. Un movimiento movimiento en el que encontró el apoyo apoyo de la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien se alejó de las tesis del exlíder y refrendó que estaba conforme con las palabras de la vicepresid­enta. Una especie de sincroniza­ción significat­iva, a pesar de las diferencia­s que existen existen entre la dirección morada y la vicepresid­enta. De hecho, la número dos de Belarra aseguró que su objetivo era el de trabajar por un « Podemos fuerte» para convertir a Díaz en candidata a presidenta del Gobierno si ella así lo decide.

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EFE La vicepresid­enta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en un acto público, esta semana

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