«Super Mario» y la mano rusa en la crisis italiana
► La ruptura del Movimiento Cinco Estrellas por el envío de armas a Ucrania está en el origen de la implosión del Gobierno de unidad
SóloSólo unas horas des-pués des-pués de que el primer ministro italiano anunciara su dimisión -rechazada más tarde por el jefe del Estado y congelada hasta el miércoles-, el ex presiden-te presiden-te ruso Dmitri Medvédev, mano derecha de Vladimir Putin, publicó en las redes sociales una foto de Mario Draghi y del también dimi-sionario dimi-sionario «premier» británico Boris Johnson acompañada de un sibili-no sibili-no comentario: «¿Quién será el próximo?». El primer ministro bri-tánico bri-tánico dimitió obligado por su par-tido par-tido tras una cascada de renuncias por varios escándalos, mientras que en Italia, Draghi se despidió de sus ministros tras la negativa del Movimiento Cinco Estrellas a votar una moción de confianza al Ejecu-tivo Ejecu-tivo del que forma parte. La caída de los Gobiernos de dos potencias europeas en apenas unos días fa-vorece fa-vorece al Kremlin, según los ana-listas, ana-listas, ya que Johnson y Draghi han sido dos de los líderes europeos más duros contra la invasión rusa de Ucrania y a favor de la imposi-ción imposi-ción de sanciones a Moscú. Y, al menos en el caso del italiano, la posición de su Gobierno estaba lejos de ser obvia.
La guerra en Ucrania retrató las filias y fobias de los partidos popu-listas popu-listas italianos, tradicionalmente alineados con Moscú. «Italia está en primera fila entre quienes adoptan y promueven sanciones anti-rusas. Para nosotros ha sido una sorpresa. Estábamos acostumbrados a la idea de que Italia, gracias a su historia, sabía distinguir entre el blanco y el negro», reconoció sin eufemismos el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en una polémica entrevista emitida en una de las televisiones de Silvio Berlusconi. Precisamente el ex «Il Cavaliere» tardó 38 días en condenar el ataque del «amigo» Putin. Los medios italianos recorda-ron recorda-ron entonces como en 2014, Berlus-coni Berlus-coni viajó a Rusia para respaldar la invasión rusa de Crimea. A la Liga
Conte lanza un ultimátum a Draghi y Di Maio le acusa de «preparar la crisis desde hace tiempo»
de Matteo Salvini le costó aún más tomar partido y hace sólo unas semanas semanas protagonizó un escándalo diplomático al organizar un viaje a Moscú para erigirse como mediador mediador en el conflicto. Una propuesta que en Italia no fue analizada como una simple ocurrencia, sino una demostración más de los estrechos lazos que unen al Kremlin con el partido ultraderechista, al que la Fiscalía de Milán investigó en 2019 por presunta financiación irregular por parte de oligarcas rusos cercanos cercanos a Vladimir Putin.
En el caso del M5E -que gobernó con la Liga entre 2018 y 2019- su rechazo rechazo a mandar más armas a Kiev para defenderse de la agresión rusa (a la que se unieron sin éxito los leguistas) leguistas) precipitó la escisión del partido y el inicio de la actual crisis de Gobierno, que podría culminar con la convocatoria de elecciones anticipadas. «En Moscú están brindando brindando porque han servido la cabeza cabeza de Draghi en bandeja de plata a Putin. Europa ahora es más débil», denunció el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, que apuntó a una crisis crisis «planificada desde hace tiempo por Conte!. El sábado, el líder del M5E volvió a lanzar un ultimátum a Draghi y le amenazó con abandonar el Ejecutivo si el primer ministro no se comprometía formalmente a aceptar las reformas propuestas por su partido.
El ex primer ministro Giuseppe Conte, que precedió a Draghi en el cargo -primero con la Liga y más tarde en un Gobierno de coalición con los socialdemócratas del PD-, ha defendido un discurso pacifista para justificar la posición del M5E, pero el silencio en estos meses del fundador del partido, el cómico Beppe Beppe Grillo, que en el pasado definió la revolución del Maidán como «un golpe de estado», es atronador.
La mayoría de los analistas coinciden coinciden en destacar que la metamorfosis metamorfosis en política exterior protagonizada protagonizada por Italia en los últimos 17 meses no habría sido posible sin el ex presidente del BCE en Palazzo Chigi. Por eso su salida inquieta a Bruselas y a Washington, donde consideran a Draghi «una garantía» para la estabilidad de Italia. En los próximos meses, además, Roma deberá aprobar una complicada ley de presupuestos y concluir las reformas reformas prometidas a la UE para poder acceder a los Fondos Europeos postCovid. postCovid. Es por eso que los principales partidos italianos, empresarios, alcaldes alcaldes e incluso el Vaticano se están movilizando para que el ex presidente presidente del BCE permanezca hasta las elecciones previstas en 2023. «Ahora «Ahora más que nunca necesitamos estabilidad», estabilidad», lanzaron los alcaldes.