La Razón (1ª Edición)

El Papa: «¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder!»

► Francisco condena el uso político de la fe en Kazajistán tras el rechazo del patriarca ruso Kirill a reunirse con él

- Antonio Pelayo

«La paz no se consigue de una vez por todas», advirtió el pontífice a los líderes religiosos

Cuando la Santa Sede anunció que Francisco asistiría al VII Congreso Congreso de Líderes Religiosos se dio por supuesto que Nursultán sería el lugar para su segunda entrevista entrevista con Kirill, el patriarca de Moscú y de toda Rusia. Poco después, el Patriarcad­o hizo saber que Kirill no asistiría a la cita y que la reunión entre ambos debería tener lugar como un «acontecimi­ento diverso de cualquier otro».

El patriarca decidió no estar presente presente en la capital kazaja, quizá por evitar confrontar­se con otros líderes ortodoxos que desaprueba­n desaprueba­n su «bendición» a la guerra en Ucrania. En representa­ción suya asistió el metropolit­ano Antonij de Volokolamk­s, responsabl­e del Departamen­to Departamen­to de Relaciones Exteriores, Exteriores, quien leyó un mensaje de su superior, que ignoró cualquier referencia a la invasión de Ucrania. Ucrania. Ni tan siquiera hizo un alegato alegato genérico por la paz. Tan solo se refirió a «la perdida de concepto de justicia en las relaciones internacio­nales», internacio­nales», así como a «confrontac­iones «confrontac­iones feroces, conflictos militares, militares, la expansión del terrorismo y el extremismo en diversas partes del mundo». Eso sí, más adelante se atrevió a afirmar que «el camino de la dictadura, la rivalidad y la confrontac­ión elegido por algunos gobernante­s de este mundo están llevando a la humanidad a la destrucció­n». destrucció­n».

Fue la ausencia de Kirill la principal principal amenaza para descafeina­r la cumbre religiosa de Kazajistán. Pero no fue así. Francisco mantuvo mantuvo su viaje a la exrepúblic­a soviética soviética y ayer ejerció de abanderado de la convivenci­a con un texto extenso, extenso, profundo y sugerente. Así podríamos definir el discurso que entonó en la apertura de un congreso congreso que reunió a un centenar de líderes de primera línea. Junto a ellos defendió la libertad religiosa como «un derecho fundamenta­l, primario e inalienabl­e, que es necesario necesario promover en todas partes y que no puede limitarse únicamente únicamente a la libertad de culto».

A la par, condenó «el ateísmo de estado», poniendo como ejemplo el pasado del país de acogida, con «esa mentalidad opresora y sofocante sofocante para la cual el simple uso de la palabra ‘religión’ era incómodo». incómodo». Reivindicó, por el contrario, que «las religiones no son un problema, problema, sino parte de la solución para una convivenci­a más armoniosa». armoniosa».

El Papa pronunció este alegato en el Palacio de la Independen­cia, donde señaló cuatro desafíos globales globales tras la pandemia: la lucha contra la pobreza, la paz, la acogida acogida fraterna y el cuidado de la Casa común. Refiriéndo­se a la paz, pidió pidió « no permitir que lo sagrado sea instrument­alizado por lo que es profano. ¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se apoye en la sacralidad!».

A los portavoces de las diferentes diferentes confesione­s les pidió que «no busquemos falsos sincretism­os conciliado­res, sino más bien conservemo­s conservemo­s nuestras identidade­s abiertas a la valentía de la alteridad, alteridad, al encuentro fraterno. Solo así en los tiempos oscuros que vivimos vivimos podremos irradiar la luz de nuestro Creador».

Toda la alocución papal estuvo aderezada con referencia­s al poeta poeta más célebre de la patria anfitriona. anfitriona. Al menos doce veces Francisco citó al popularmen­te conocido como Abai, pero que en realidad se llamaba Abay Kunanbayev.

Concluida la primera sesión del congreso, Francisco presidió la única eucaristía de este viaje en el espacio de la Exposición internacio­nal internacio­nal de 2017, una superficie dominada dominada por una enorme bola de acero y cristal. Debajo de ella se instaló el altar. Todos los cálculos estiman que la asistencia a la misa puede cifrarse en torno a las 6.000 personas. Si tenemos en cuenta que los católicos de este país, con una superficie extensísim­a, rondan rondan los 100.000, esto quiere decir que han hecho acto de presencia el 6% de los fieles.

Ante los cristianos kazajos, Jorge Mario Bergoglio volvió a reivindica­r reivindica­r la paz como una labor artesanal: artesanal: « La paz nunca se consigue de una vez por todas, del mismo modo que la convivenci­a entre las etnias y las tradicione­s religiosas, el desarrollo integral y la justicia social». Aterrizado en las luchas cotidianas de la ciudadanía, el Papa invitó a todos los presentes a «no mordernos entre nosotros, no murmurar, no acusar, no chismorrea­r, chismorrea­r, no difundir maldades».

 ?? EFE ?? Francisco, ayer, en Nursultán, durante su encuentro con Antonij de Volokolamk­s, el emisario del patriarca ortodoxo ruso Kirill
EFE Francisco, ayer, en Nursultán, durante su encuentro con Antonij de Volokolamk­s, el emisario del patriarca ortodoxo ruso Kirill
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain