Goteras fiscales
EnEn los próximos días el Gobierno debe apro-bar apro-bar los Presupuestos del Estado. Serán, en la práctica, los últimos de la le-gislatura. le-gislatura. Esta semana, el Con-greso Con-greso ha respaldado el Techo de Gasto, el mayor de la historia y uno de los más inciertos. El PIB del segundo trimestre muestra un crecimiento de la economía del 1,5%, pero el aliento de la recesión en Europa sigue avan-zando avan-zando desde las planicies del este, montado sobre el ardor guerrero de Putin.
El riesgo de desabasteci-miento desabasteci-miento energético en este in-vierno in-vierno congela cualquier previ-sión. previ-sión. Por eso, los 198.221 millones de euros del Techo de Gasto llegan con goteras, con goteras fiscales, además. El PP aprovecha para lanzar una ofensiva tributaria. Andalucía se suma a Madrid en la supre-sión supre-sión del Impuesto de Patrimo-nio. Patrimo-nio. Madrid deja de ser una excepción y su política fiscal, gota a gota, se extiende. Murcia también se plantea suprimir Patrimonio y Galicia lo baja.
El Gobierno contraataca con el Impuesto a las Grandes For-tunas, For-tunas, promocionado por Uni-das Uni-das Podemos y que rechazó el PSOE en primavera. Ahora es-tamos es-tamos en otoño, en el otoño de la legislatura, en una larguísi-ma larguísi-ma campaña electoral. Se bus-ca bus-ca recaudar más votos que dinero. La izquierda recupera el eje pobres-ricos, más cómo-do cómo-do que el territorial, mientras los fiscalistas advierten del riesgo de fuga de capitales ha-cia ha-cia Andorra y Portugal, que ofertan cestas fiscales para atraer inversiones. La dicoto-mía dicoto-mía ricos-pobres se rompe con la deflactación del IRPF.
El PP inicia la adaptación del tributo a la inflación en Madrid, Andalucía y Murcia, algo que beneficia a casi todos los con-tribuyentes. con-tribuyentes. La deflactación no es cosa única de los populares, Urkullu la prorroga para el 2023 y en el Gobierno vasco está el PSOE.