Peregrinos «sobre ruedas» en el Camino francés
► Recorrer seis etapas de unos 16 kilómetros en silla de ruedas requiere cuatro voluntarios por cada persona
Desde el 2017, la Orden de Malta organiza al menos una vez al año una peregrinación a Santiago de Compostela con peregrinos en sillas de ruedas, recorriendo algunas algunas de las antiguas encomiendas de la orden en la ruta jacobea.
Se trata de un verdadero «Camino «Camino de Santiago», una peregrinación peregrinación de siete etapas –de unos 16 kilómetros cada una– en silla de ruedas para personas con movilidad movilidad reducida de cualquier edad, en la que se recorren un total de 110 kilómetros por el Camino francés a su paso por Palencia, León, Lugo y teniendo como destino destino final la Catedral Compostelana. Compostelana. La elección de esta ruta se debe a que es la más transitada, y en la que hay mayor número de albergues albergues y establecimientos adaptados. adaptados.
Hoy comienza la tercera ruta «Camino sobre Ruedas» que la Orden ha organizado este año (ya han hecho dos más, una en julio y otra en agosto). Un grupo de 22 personas, integrado por 16 voluntarios, voluntarios, 4 peregrinos en silla de ruedas, ruedas, un capellán y una persona que lleva un vehículo que hace las funciones de «coche escoba» partirán partirán del municipio de Villar de Mazarife (León) con la intención de llegar a abrazar al santo de España España el próximo 2 de octubre.
Sillas de una sola rueda
La peregrinación de personas con movilidad reducida o discapacidad discapacidad es posible gracias al uso de unas sillas con una sola rueda diseñadas diseñadas especialmente para discurrir discurrir por caminos y entornos rurales. « La idea de poner en marcha marcha esta iniciativa nos rondaba desde hace mucho, pero era esencial esencial encontrar un tipo de silla que lo permitiera. Cuando salieron modelos como Joëlette, con una sola rueda, empezamos ya a darle forma, y planear las primeras rutas», rutas», explica Carlos Ortiz, responsable responsable y organizador de los proyectos proyectos del Camino de Santiago de la Orden de Malta.
Cada silla necesita al menos cuatro personas, una que da equilibrio equilibrio desde atrás y otra que realiza la función de tracción y dirección, y dos a los lados para estabilizar.
De este modo, cada peregrino va acompañado por cuatro voluntarios voluntarios que le ayudan a recorrer cada metro. Una tarea que requiere requiere un esfuerzo importante de equipo, equipo, y que es un reto mental y emocional emocional para el propio peregrino.
«La mayoría de las personas con movilidad reducida que participan participan son absolutamente independientes independientes en su vida diaria, por lo que dejarse ayudar de este modo por los voluntarios es todo un acto de humildad y de entrega. Siempre nos dicen que la parte más difícil para ellos es esta, la de depender de otros, y la mayoría lo toma como su ofrecimiento espiritual para el Camino», destaca Carlos González Barandiarán, el otro «Carlos» artífice de este proyecto.
En total, se completarán unos 110 kilómetros de recorrido, no lineales, porque las condiciones especiales de los albergues para personas con discapacidad no permiten otra opción.
« Hay etapas que, por mucha silla especial que lleves, no son viables, por eso se hacen al final. Hacemos más de 100 kilómetros pero no son los últimos, debido a la dificultad de encontrar albergues albergues y espacios adaptados», matiza. matiza. Y es que esta iniciativa también esta sirviendo para que cada vez más lugares de los que integran las distintas etapas de la ruta xacobea se interesen por mejorar su adaptación adaptación a las personas con movilidad movilidad reducida. «Nosotros ponemos nuestro granito de arena y estamos notando que, desde que empezamos, empezamos, las cosas van cambiando poco a poco y cada vez más establecimientos establecimientos están interesados en integrar».