Bienvenido Mr. Reynders
► La visita a España del comisario de Justicia se antoja como la última oportunidad para lograr el desbloqueo
Si los vecinos de Villar del Río esperaban esperaban con alborozo y como panacea panacea a todas sus penurias a la delegación delegación estadounidense del Plan Marshall en la inolvidable película de Luis García Berlanga, el mundo judicial confía (con menos expectativas, expectativas, eso sí) en que la visita a España España del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, sirva para desenredar el nudo gordiano en que se ha convertido, desde hace cuatro años, la renovación del Consejo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la situación de bloqueo que padece la institución, incapacitada incapacitada para realizar nombramientos nombramientos desde marzo pasado, lo que ha disparado el número de vacantes sin cubrir en puestos clave de la judicatura. judicatura.
Reynders ha aceptado el reto (mayúsculo a la vista de las circunstancias) circunstancias) de mediar entre el Gobierno Gobierno y el PP para desatascar unas negociaciones cada mes que pasa (a medida que asoman en el horizonte horizonte las próximas elecciones generales) generales) de más sombrío pronóstico. pronóstico. Además de reunirse con las asociaciones judiciales, se verá con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y también con el PP, así como con el fiscal general del Estado, Estado, Álvaro García Ortiz. Unos y otros intentarán a buen seguro que el comisario europeo refrende sus antagónicas posiciones: el Gobierno Gobierno esperan un tirón de orejas al PP (a quien responsabilizan del bloqueo bloqueo en la renovación) y los populares populares confían en que Reynders insista insista en la necesidad de un compromiso para modificar el actual actual sistema de elección de los vocales vocales de procedencia judicial (para que sean los propios jueces, y no el Parlamento, quien designe a esos doce vocales).
Reynders llega a España en una semana caliente para el Consejo del Poder Judicial, inmerso en el proceso proceso de elección de dos magistrados magistrados del Tribunal Constitucional (TC), que junto a los dos que debe nombrar el Gobierno de Pedro Sánchez Sánchez se plasmará en una mayoría progresista en el TC.
Y aunque en el Ejecutivo están convencidos de que su visita debe coincidir con la designación de esos dos jueces, lo cierto es que todo está en el aire. Por un lado, el bloque conservador aún no tiene candidatos candidatos y el Pleno del CGPJ se celebra 24 horas después. En todo caso, y aunque aunque al Gobierno le apremie la renovación renovación del TC y la vincule a la visita del comisario de Justicia, la parte nuclear de sus 48 horas en España viene marcada por la prioridad de la Comisión Europea, en la que ya hizo hincapié su vicepresidenta en una reciente carta a Lesmes mostrándole mostrándole su respaldo tras amagar con una posible dimisión.
Vera Jourová se encargó de marcar marcar los tiempos: la «prioridad absoluta», absoluta», señaló, es «poner fin inmediatamente inmediatamente a la situación de interinidad del CGPJ» afrontando «con carácter prioritario» su renovación. renovación. Hasta aquí, el mensaje que satisface al Gobierno. Pero la vicepresidenta vicepresidenta añadía en esa misiva que «inmediatamente después» se debe poner en marcha “un proceso con el objetivo de reformar el modelo modelo de designación de los vocales del turno judicial teniendo en cuenta cuenta los estándares europeos». Una apostilla a la que se agarra el PP para exigir al Ejecutivo un compromiso en firme para modificar la normativa.pero normativa.pero ese compromiso incomoda incomoda al Gobierno. La ministra de Justicia Justicia se encargó de explicitarlo. España, dijo en una entrevista en RTVE, «es un país soberano y ésta es una cuestión que compete al propio Estado».
Con esos parámetros, se avecina otro diálogo de sordos. Esperemos al menos que Reynders no pase de largo a toda velocidad, como la comitiva comitiva americana por Villar del Río.