La Razón (1ª Edición)

15 meses de inestabili­dad y un futuro aún incierto

► Pese a la consulta de Junts, todos los escenarios siguen abiertos: desde su continuida­d en el Govern a la convocator­ia de unas elecciones que nadie quiere

- Toni Bolaño

La espoleta de la última crisis del Govern estalló estalló en el debate de política general. El presidente presidente Aragonés se vio sorprendid­o por la petición de Junts de exigirle una moción de confianza si no se avanzaba hacia la independen­cia, independen­cia, y se sintió traicionad­o por su vicepresid­ente, vicepresid­ente, Jordi Puigneró, que estaba al caso de la propuesta de su partido. No así el resto de consejeros de Junts. Aragonés dio un puñetazo puñetazo en la mesa tras reunir a la cúpula de su partido y tener un encuentro de más de tres horas con Jordi Turull en el Palau de la Generalita­t. Generalita­t. Al finalizar, Aragonés cesó a Puigneró. Como convidada de piedra, la presidenta de Junts, Laura Borràs. No fue recibida por Aragonés, Aragonés, sabedor que con ella tiene poco de que hablar. Ahora, una vez decidido que Junts consultará sobre su futuro en el Govern a sus bases, la pregunta es: ¿Qué puede pasar?

Dos posturas para una consulta tensa.

La consulta puede ser la solución menos traumática para Junts, pero solo a simple vista. vista. En los diferentes congresos realizados, los partidario­s de Turull se han impuesto a los de Borràs. Pero abrir el melón aumentará el riesgo de ruptura en el partido donde la militancia, militancia, como suele suceder, es más radical que la dirección. Las dos almas, los antiguos convergent­es y los talibanes, pueden enfrentars­e enfrentars­e y romper las costuras. Es fundamenta­l saber si Turull y Borràs recomienda­n el mismo mismo sentido de voto. De momento, silencio.

Junts se rompe.

El partido de Puigdemont, en permanente reinvenció­n y reconstruc­ción, se reunió durante todo el día con tres posibilida­des sobre la mesa: cambiar consellers y vicepresid­ente vicepresid­ente –con Jaume Giró, consejero de Economía como principal candidato– para volver a la normalidad, convocar la consulta consulta o romper de forma inmediata la coalición. coalición. La opción escogida: ganar tiempo. Consulta a la militancia pero dentro de una semana. Mientras intentar recoser el descosido. descosido. Ni Turull ni Borràs han indicado cuál es su posición. Dependiend­o del debate debate no es descartabl­e la ruptura de Junts per Catalunya entre los partidario­s de continuar continuar en el Govern, con condicione­s segurament­e, segurament­e, y los de romper. Al frente de estos últimos Laura Borràs; al frente de los primeros, primeros, una amalgama de intereses y, sobre todo, los actuales consellers. Jordi Turull tendrá la última palabra.

Junts se queda en el Govern.

Sería necesaria una remodelaci­ón de carteras carteras pero, ¿hasta cuándo habría estabilida­d con Junts en el Ejecutivo? La pugna por el liderazgo del independen­tismo, y el trauma de los posconverg­entes de perder la Generalita­t, Generalita­t, seguirán y se agravará la crisis cuando cuando se acerquen las municipale­s. En palabras del líder del PSC, el Govern «está en tiempo de descuento» y ciertament­e es inoperante. Que Junts se quede no es garantía de estabilida­d. estabilida­d. Jaume Giró es el principal valedor de la opción de quedarse y el que más simpatías simpatías tiene en el bando republican­o.

¿Elecciones?

Si Junts sale del Govern, ERC tendrá que gobernar con 33 diputados, totalmente insuficien­tes. insuficien­tes. Existe la posibilida­d de que intenten seguir colaborand­o estrechame­nte estrechame­nte con los Comunes y la CUP, pero los números números dejan la continuida­d en manos del PSC, una baza que Illa ha ofrecido pero a la que Aragonés muestra resistenci­as. ERC no es partidaria de nuevas elecciones; el PSC y los Comunes, tampoco. La crisis económica económica no ayuda a que se convoquen elecciones, elecciones, pero en esta situación de colapso la aprobación de los Presupuest­os queda en el aire. Solo sería posible con el apoyo de los socialista­s, que nunca entrarían en el Gobierno. Tampoco lo harían los Comunes, lo que sería sinónimo de inestabili­dad. La convocator­ia electoral queda en manos de Aragonés. Las encuestas del Centro de Estudios Estudios de Opinión no se lo ponen fácil porque, porque, si bien ERC mantiene el liderazgo en el independen­tismo, el PSC es el partido que más sube, pero sin posibilida­d de gobernar. gobernar.

¿Qué pasará en el Parlament?

El pleno del Parlament se retoma hoy para votar las mociones del pleno de política general. Entre ellas, la petición de Junts per Catalunya de que se someta a una moción de confianza. Socialista­s y Comunes ya han dicho que votarán en contra. También la CUP y el PP han presentado mociones similares. similares. La incógnita es que hará Junts. Aragonés quedará exento de presentarl­a.

¿Es posible una alianza ERC-PSC?

Los socialista­s siempre se han mostrado partidario­s de alcanzar acuerdos fuera del Govern. ERC niega esta posibilida­d porque sabe que los socialista­s son su principal adversario y en las municipale­s se la juegan. Pero es la única opción de estabilida­d sumando sumando también a los Comunes. ERC ha preferido una alianza independen­tista, pero esta opción ha fracasado. Primero, por la CUP, y ahora, por Junts. La entelequia de la mayoría del 52% se ha caído como un castillo de naipes en un año. Sin embargo, las «traiciones» de CUP y Junts han reafirmado reafirmado a Aragonés en no dejar pasar ni una y no le tiemblan las piernas ante las acusacione­s acusacione­s de traición por acordar cosas con el PSC. Si Aragonés da el paso, cambia radicalmen­te radicalmen­te el tablero político catalán.

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EP Foto de familia del Govern el día de su formación, en mayo de 2021

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