El sector primario ha perdido el 10% de su capital humano entre el olvido y la pasividad de los gobiernos
► Un tercio de los españoles ya cree que la falta de alimentos será el primer problema en una década
EnEn el estudio de octu-bre octu-bre del Centro de Investigaciones So-ciológicas So-ciológicas de 2023, se preguntaba a los españoles cuáles creían que se-rían se-rían los principales problemas del mundo en una década. Por entonces, la segunda respuesta de los encuestados fue, con el 27,7%, el hambre, la falta de ali-mentos, ali-mentos, la escasez, el desabaste-cimiento. desabaste-cimiento. La referencia única-mente única-mente resultó superada por las guerras, con el 33,6%, y por de-lante de-lante del cambio climático, que con el 26,5% quedó en tercera posición.
Tras la aceleración en 2008 de la deslocalización de la industria europea a Asia y otros continen-tes, continen-tes, llegó con el inicio de la actual década el desacoplamiento y el fin de la globalización y el cues-tionamiento cues-tionamiento de la agenda 2030.
La Comisión Europea habla ya de reindustrializar Europa. Pero queda un largo camino para re-vertir re-vertir las políticas agrarias de la Unión Europea, que alegremen-te alegremen-te abren las puertas a alimentos de países ajenos a la Unión, que compiten deslealmente con la producción europea, como, por lo demás han denunciado con tanta reiteración como escasa fortuna, los empresarios y traba-jadores traba-jadores del sector primario en el continente.
La crisis del Covid19 y la ener-gética ener-gética de 2022 por la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Putin se convirtieron en cir-cunstancias cir-cunstancias traumáticas que abrieron los ojos a los europeos sobre nuestra vulnerabilidad y alarmante dependencia del exterior. exterior.
Lo mismo sucede con la alimentación, alimentación, factor estratégico de primer orden. Europa debe volver volver a ser autosuficiente industrial industrial y energéticamente, pero también en la producción en un ámbito tan crítico y fundamental para el desarrollo, el bienestar y la prosperidad.
Cada vez adquiere mayor sentido sentido la oposición del gobierno francés a acuerdos de la UE con países no europeos. Francia cuenta con la agricultura más potente del continente, que supone supone el 1,9% de su PIB, y sus gobiernos gobiernos siempre han sido muy celosos de mantenerla a pleno rendimiento para garantizar la autosuficiencia alimentaria y la continuidad del sector agrícola y ganadero, así como de las industrias industrias auxiliares. En este escenario, escenario, esa determinación ha demostrado demostrado todo su sentido y acierto.
El decálogo de las protestas del campo europeo debería ser asumido asumido por las autoridades agrícolas agrícolas y de asuntos exteriores tanto de la Comisión Europea como de los países miembros.
Más que una reivindicación de un sector determinado, es una cuestión de interés nacional y comunitario lo que está en juego en estos momentos.
En 2023 en España la agricultura agricultura representó el 2,3% del PIB, ocupamos el décimo puesto por porcentaje. Mientras que la media media de toda la Unión Europea es del 1,7%. El mismo porcentaje que en 2022, pero superior al 1,5% en el que se estancó en el periodo 2018 al 2021.
Los cuatro mayores productores productores de la UE, Francia, Alemania, Italia y España, concentran el 60% de los 27. Y año tras año se incrementa el abandono de las explotaciones agrarias y ganaderas, ganaderas, motivado tanto por la competencia competencia desleal extranjera, como por las políticas de Bruselas Bruselas pretendidamente ecológicas, cuyos efectos son catastróficos, tanto para la demografía en las zonas rurales como para el medio medio ambiente.
En los últimos 15 años, 2008 a 2023, el número de españoles dedicados a la agricultura ha pasado pasado de 984.900 a 895.000. El descenso ha sido del 9,1%.
Es una realidad dramática para un sector crítico para nuestra economía, pero sobre todo para el desarrollo próspero de la sociedad. sociedad. Ha faltado empatía con el primario y sus gentes y también también voluntad de resolver y encauzar sus más que justas reivindicaciones, reivindicaciones, que al final nos afectan a todos.