Alerta a Sánchez: «Estamos a tiempo de evitar otra crisis»
► Más de 100 economistas, empresarios, académicos y periodistas piden al Gobierno por carta que rectifique su política económica. «No puede tener un final feliz»
UnaUna carta abierta de reputadas perso-nalidades perso-nalidades de la economía, el aca-demicismo aca-demicismo y la empresa ha vuelto a poner en el disparadero a la política económi-ca económi-ca del Gobierno de Pedro Sánchez, con el objetivo de que no se pro-duzca pro-duzca una nueva crisis económi-ca. económi-ca. «Todavía estamos a tiempo de evitarlo», señalan en la misiva, fir-mada fir-mada por más de un centenar de economistas, empresarios, perio-distas perio-distas y económicos, que denun-cia denun-cia que los españoles soportan actualmente «la mayor presión tributaria de la historia, fruto de las decenas de subidas y creaciones de impuestos». También avisan de que 2024 será el décimo séptimo año consecutivo en el que la tota-lidad tota-lidad de los intereses de la deuda pública engordará el agujero pú-blico pú-blico al pagarse con nueva deuda. « Ambos elementos muestran el desinterés del Gobierno por sa-near sa-near las cuentas públicas». A su juicio, el hecho de que la deuda pública en proporción del PIB esté en un lento descenso y la prima de riesgo esté contenida en torno a los 100 puntos básico «son falsos consuelos».
En la misma línea recuerdan que «la deuda pública cae como porcentaje del PIB en gran medida por la inflación –que engorda el PIB–, y la prima de riesgo es ahora como un termómetro que no puede puede subir más allá de 37 grados, debido a que el Banco Central Europeo Europeo mantiene intervenido el mercado de deuda», por lo que señalan que la acción del BCE y la suspensión hasta el pasado mes de diciembre de las reglas fiscales europeas «vienen disfrazando los desequilibrios» de la economía española y «agrandan los riesgos futuros». A continuación, tiran de ironía y destacan una de las frases favoritas utilizadas tanto por Sánchez Sánchez como por su ex ministra de Economía, Nadia Calviño –ahora en la presidencia del BEI–, cuando afirmaban que la economía española española va «como una moto». Por contra, señalan que la economía «va a menos», después de que las previsiones para este año marcarán marcarán el menor crecimiento económico económico desde 2014, excluyendo el ejercicio 2020, el de la pandemia, pese a contar «con los dopajes de los fondos europeos y un gasto público que continúa inflando la demanda».
Señalan también como uno de los graves problemas sin resolver a la caída de la productividad, medida medida en PIB por ocupado, que se ha reducido cerca de un 4% entre 2018 y 2023, «el peor resultado entre entre los países avanzados», y que la tasa de paro española sigue siendo «la más alta de Europa».
La misiva coge un tono más duro en su ecuador cuando los firmantes aseguran que, «lejos de comprender la fragilidad del momento momento económico», el Gobierno parece «embarcado en una agenda agenda intervencionista y liberticida que no puede tener un final feliz». y en la que la «seguridad jurídica se ve debilitada». La carta continúa continúa cargando contra la subida «arbitraria y ajena a la ley», del salario salario mínimo y contra amenaza con «reducir la jornada laboral de manera compulsiva, topar los salarios salarios de los directivos, encarecer
Acusan al Ejecutivo de estar «embarcado en una agenda intervencionista y liberticida»
el despido y sentar a representantes representantes de los empleados en los consejos consejos de administración. Todas ellas medidas que atacan el derecho de propiedad, la libertad de contratación contratación y la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado mercado que establece el artículo 38 de la Constitución».
En este contexto exponen que lo que necesita la economía es un «urgente saneamiento del gasto público que permita equilibrar las cuentas públicas» para detener el crecimiento de la deuda pública. Por ello apuestan por la privatización privatización de empresas estatales, que permitiría «reunir recursos para amortizar deuda pública» y, al mismo tiempo, «estimular la inversión inversión privada en amplios sectores sectores de la economía. Con cuentas públicas saneadas y la deuda pública pública bajo control, se podría aligerar aligerar la carga impositiva para reducir costes de producción y recuperar parte de la competitividad perdida. perdida. Suprimir o atenuar los escalones escalones regulatorios que desalientan el crecimiento de las pymes sería una forma de alentar la inversión productiva».
Asimismo, creen que la política económica del Gobierno «ahondará «ahondará los problemas de competitividad competitividad y, tarde o temprano, eso se traducirá en un debilitamiento del empleo y los salarios y, con ello, de las cuentas públicas». Así, concluyen señalando que «estamos «estamos a tiempo de evitar lo que ocurrió ocurrió entre 2007 y 2013, que por desoír las advertencias de economistas economistas y organismos internacionales, internacionales, se condenó a la ciudadanía a una crisis profunda, durante la que se perdieron 3,7 millones de empleos».
Entre los firmantes se encuentran encuentran reputados economistas, como Daniel Lacalle, Lorenzo Bernaldo de Quirós, Rubén Manso, Manso, Benito Arruñada y Carlos Rodríguez Rodríguez Braun.