CRISIS SOLUCIONADA: EL GOBIERNO TIENE MUCHA FE EN LA LÁMPARA DE ALADINO
EsEs lo que tiene la alta política, que te sorprende cada día con algún detalle innovador o ingenioso, aunque ya dijo Milton Friedman que «la solución del gobierno a cualquier problema acostumbra a ser, por lo menos, tan mala como el problema». Eso es tan verdad como que la única función de la predicción económica es hacer que la astrología parezca algo respetable y científico, o sea, que la economía depende de los economistas tanto como el tiempo depende de los meteorólogos. Durante la II Guerra Mundial, los hombres del tiempo quisieron convencer a sus superiores de la inutilidad de sus informes, según me recuerda Félix Ovejero, al que conviene tener siempre a mano. Dijeron a sus jefes que, tras repetidos análisis de los estadísticos, el descubrimiento era inapelable: sus pronósticos no diferían para nada del azar. Pedían que dejaran de hacerse; eran inútiles. La respuesta oficial fue: «El general en jefe es consciente de la inutilidad de las previsiones meteorológicas. Sin embargo, las necesita por motivos de planificación». Ahí está la clave: la inutilidad es a los políticos lo que la varita mágica a Harry Potter. El Foro Económico Mundial se reúne cada año en Davos. La más alta representación del capitalismo ha llegado a la conclusión que, tras la crisis del coronavirus, el actual sistema es insostenible en lo que respecta a la cohesión social: conduce a la polarización y genera disturbios. Más o menos como si los ponentes decisivos del Foro hubieran sido Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Irene Montero, Otegi y Gabriel Rufián, digo yo. Hablan los expertos del Foro de la Cuarta Revolución Industrial y después de destripar las aves para que los augures lean en sus vísceras el futuro, han decidido que el lema de su próxima reunión será «El Gran Reinicio». No sé si José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social y otras hierbas, estuvo en Davos y volvió de allá más sabio, pero lo cierto es que ha dicho en una entrevista televisiva que «la recuperación económica será en forma de lámpara de Aladino». Ahí está el gran reinicio, le he gritado al televisor: frotar la lámpara, esperar a que salga el genio y luego pedirle los clásicos tres deseos. No me puedo imaginar los tres deseos que pediría Sánchez, pero sí que acabaría desquiciando al genio porque le solicitaría tres por la mañana y otros tres completamente distintos por la tarde, para luego cambiar de opinión por la noche y después tentarle con el cargo de ministro de Nuevas Formas de Confinamiento: señor genio, dígales a la gente, por favor, lo bien que se vive en una lámpara durante siglos. Pero, seamos realistas: lo de Escrivá es altamente razonable. Ya sólo se puede tener fe en la lámpara de Aladino, la cueva de Alí Babá y sus cuarenta ladrones y La Gallina de los Huevos de Oro. Se dijo que la recuperación económica iba a ser en forma de V, luego de U, después de W y más tarde de L. Creo que ya han llegado a la X y la Z. Luego recurrirán al alfabeto griego. Ramón Tamames escribió a Patxi López: quería brindarle a la Comisión para la Reconstrucción unas cuantas ideas de alivio para la crisis que se avecina. Ni le ha contestado. Es una gran noticia: quiere decir que lo tienen todo resuelto y no les hace falta la opinión de nadie. Pero deberían escucharle al menos por motivos de planificación.