Las mascotas ayudan a los niños a enfrentarse a la pandemia
La calidad de vida, el bienestar emocional y la salud mental de los más pequeños se han visto afectados desde hace un año
Durante la pandemia, los animales de compañía han sido y siguen siendo una importante fuente de apoyo social para las personas, incluidos los más jóvenes. El apoyo social es uno de los factores más importantes de protección de la salud mental y el bienestar de las personas. «Es una realidad que la calidad de vida, el bienestar emocional y la salud mental de muchos niños se han visto afectados por la pandemia. En los centros de salud mental infanto-juvenil (CSMIJ) hemos detectado un aumento de los casos de ansiedad y también un decrimento de la capacidad de autorregulación de las emociones.
El impacto del confinamiento ha estado muy influido por la situación socioeconómica de cada familia, y ha afectado de forma más incisiva a aquellos niños y niñas que ya estaban en riesgo de exclusión antes de la pandemia», asegura el doctor Santiago Batlle, psicólogo clínico, adjunto a Dirección Dirección de Comunitaria y Programas Especiales del INAD, Parc de Salut Mar, y Profesor Medico Asociado del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal de la Facultad de Medicina (UAB), que colabora con la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Por todo ello, a través de sus programas de terapia asistida con animales de compañía, la Fundación Affinity sigue trabajando para paliar los efectos negativos de la covid-19 en niños y adolescentes, contribuyendo a disminuir la sensación de angustia y ansiedad que muchos experimentan gracias a la ayuda de sus perros y del equipo técnico.
Menores tutelados
El distanciamiento social y las restricciones de movilidad han sido especialmente duras para los menores tutelados que residen en Centros Residenciales de Acción Educativa (CRAE). Para ellos, el confinamiento no solo significó dejar de ir a la escuela, relacionarse con sus amigos y practicar deporte o actividades al aire libre.
También tuvieron que hacer frente a no ver a sus familias durante alrededor de tres meses y convivir todo el día en el centro, con los demás niños, jóvenes y educadores. Pese a que ahora las medidas son más relajadas, los efectos negativos de la Covid-19 persisten en muchos casos. Por ello, el equipo de terapias de Fundación Affinity trabaja de forma continuada con ellos.
Mediante dinámicas basadas en la colaboración y el juego, el equipo y sus perros de terapia consiguen trabajar aspectos tan importantes como gestionar la frustración, el estrés y la falta de motivación y de contacto social. También se refuerza el trabajo en equipo, la confianza y la seguridad en sí mismos.
«La pandemia ha provocado una situación muy complicada para todos, pero es todavía peor para los colectivos más vulnerables. Mediante el juego y las actividades con los animales, hemos logrado ver día a día una mejora en los estados emocionales de los niños y adolescentes tutelados, contribuyendo a que se sientan seguros y arropados para expresar libremente sus sentimientos, miedos y frustraciones», explica Maribel Vila, responsable de Terapias de Affinity.
El contacto directo con los animales –en este caso, perros de terapia– no solo tiene efectos psicológicos positivos, sino que también ofrece mejoras a nivel fisiológico. Este contacto activa la hormona «oxitocina», que induce sentimientos de afecto positivo. Además, también se produce una reducción significativa de los niveles de cortisol, una hormona que está relacionada con los niveles de estrés de nuestro organismo.
La Fundación también trabaja con la escuela Lleó XIII, en Barcelona. Desde 2018 ambas entidades colaboran en una iniciativa pionera en nuestro país para fomentar el respeto en las aulas mediante la ayuda e interacción con los perros de terapia. «Es una evidencia que la covid-19 preocupa también a niños y adolescentes. No solamente por lo duro que ha sido para ellos el confinamiento, aprender a convivir con la mascarilla y con las restricciones. También tienen miedo a que sus familiares enfermen, o muchos han tenido que afrontar la pérdida de un familiar. Nuestros perros les ofrecen un espacio seguro y relajado donde abrirse y expresar sus emociones y pensamientos», asegura.
Equipos con perros de terapia crean dinámicas basadas en el juego y la colaboración para luchar contra la ansiedad