Más de 100 perros dejarán de considerarse «potencialmente peligrosos»
Si prospera el cambio legislativo no se tendrá en cuenta la raza, sino el manejo del animal para evaluar su peligrosidad
Más de 100.000 perros podrían dejar de ser considerados «potencialmente peligrosos» (PPP) si prospera el cambio legislativo en el que trabaja el Gobierno, según las estimaciones la Real Sociedad Canina de España (RSCE) atendiendo a sus propios registros. De este modo, estos animales se liberarían de la estigmatización que a día de hoy supone esta figura, que les criminaliza a ellos y a sus tutores. El director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, anunció esta medida esta misma semana en la I Jornada Política de la RSCE, «Hacia una nueva Ley de Bienestar Animal», de modo que la próxima normativa acabaría con esta denominación. Precisamente, se trata de una de las principales peticiones de la Real Sociedad Canina, que ya el pasado año, en sus 10 iniciativas legislativas, propuso la derogación del «Perro Potencialmente Peligroso».
Actualmente, la figura del PPP queda recogida en el Real Decreto 287/2002, en su Anexo I, donde se incluyen ocho razas caninas como «potencialmente peligrosas». De ellas, siete forman parte de los registros de la RSCE, de forma que el número aproximado de perros estas razas (de los registrados en el Libro de Orígenes Español, LOE) que se podrían beneficiar de un cambio de la legislación sería de unos 40.000. Actualmente, la ley considera potencialmente peligrosos a los perros de estas razas: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu.
A ellos, habría que sumar como mínimo otras ocho razas que aparecen en diferentes legislaciones autonómicas, como el Bóxer, Doberman, Presa Canario, Bullmastiff. Dofgo de Burdeos, Dogi del Tíbet Mastín Napolitano y Presa Mallorquín. De estas razas, la Real Sociedad Canina de España (RSCE) tiene registrados unos 300 perros.
En su día, la RSCE sugirió, para garantizar la correcta convivencia entre estos perros y la sociedad, que de forma estandarizada se establecieran determinadas pruebas de sociabilidad que acrediten la condición de los perros y que, además, se acompañen de cursos de formación para los tutores de este tipo de razas cuyas potencialidades físicas lo indiquen. La RSCE ya ha puesto a disposición de todas las administraciones una prueba de sociabilidad desarrollada por expertos en formación canina y adiestramiento. Como señala el presidente de la Real Sociedad Canina, Julián Hernández, «legislar sobre potencialidades implica establecer unas generalidades que, además de ser injustas, han propiciado la criminalización y la marginación social de determinadas razas y, por ende, de sus tutores. Esperamos que, con este cambio de ley que nos anunció el director general de Derechos de los Animales en primicia, por fin pueda cambiar esta situación».
Acabar con el estigma
Según la ley actual, «se considera que la peligrosidad canina depende tanto de factores ambientales como de factores genéticos, de la selección que se haga de ciertos individuos, independientemente de la raza o del mestizaje, y también de que sean específicamente seleccionados y adiestrados para el ataque, la pelea y para inferir daños a terceros». La nueva ley pretende acabar con los prejuicios de razas potencialmente peligrosas y tratar bajo este apelativo según análisis individuales de comportamiento, de esta forma se acabará con el estigma de relacionar el comportamiento agresivo automáticamente a ciertas razas. El borrador de ley que prepara el Gobierno se encuentra en trámite y se centrará en homogeneizar las 17 normativas autonómicas para estableces un marco general común, además de incluir un Sistema de Registros de Protección Animal (SRPA).