El Sinn Fein acaricia una victoria histórica en Belfast
Los católicos del Sinn Fein van camino camino de hacer historia en Irlanda del Norte al poder convertirse, según según los sondeos, en la formación más votada desde la división de la isla en 1921, en los comicios autonómicos autonómicos celebrados ayer y cuyos resultados finales no se esperan hasta el sábado. De confirmarse los pronósticos, el antiguo brazo político político del ya inactivo IRA, se ganará el derecho a designar a su líder en la región, Michelle O’Neill, como ministra principal, un cargo que sólo puede coexistir con un adjunto adjunto procedente de la segunda formación formación más votada, según disponen los acuerdos de paz de 1998.
La victoria sería tremendamente simbólica porque el objetivo de los nacionalistas siempre ha sido la reunificación con la República de Irlanda, con la que ahora están precisamente precisamente más alineados que nunca nunca debido al Brexit. Y es que el divorcio divorcio europeo ha dejado a Belfast más cerca de la normativa de Dublín Dublín que de la de Londres.
Desde 2003, el todavía mayoritario mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), fundado por el histórico reverendo Ian Paisley, ha ganado todas las citas autonómicas, pero está ahora al borde de una derrota que le obligaría a un papel secundario. secundario. Los unionistas-protestantesmonárquicos unionistas-protestantesmonárquicos se sienten completamente completamente traicionados por Johnson y todo apunta a que no formarán parte del Gobierno de coalición, levantando el espectro de un punto punto muerto que podría paralizar a Stormont indefinidamente, requiriendo requiriendo a Londres aplicar la «direct rule» para hacerse cargo de la agenda. agenda. Y es en medio de esta crisis, donde Johnson –que quiere aprovechar aprovechar cualquier excusa para desviar desviar la atención del « Partygate»– amenaza ahora con activar el Artículo 16 del Protocolo de Irlanda para romper unilateralmente una pieza clave del acuerdo del Brexit que, según se dice en Westminster, nunca tuvo intención de cumplir. Pese a que la UE ya se ha ofrecido a eliminar hasta el 80% de los controles controles sobre alimentos que lleguen a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña, Bretaña, Downing Street defiende que el Protocolo no sirve.