Sus cenizas se esparcirán junto a la tumba de su madre
► Jesús Mariñas tuvo siempre muy presente a su madre (abajo), con la que vivió en Barcelona desde los años setenta y a la que enterró en La Coruña. «Estar con ella suponía una delicia. Era muy divertida, con muy mala leche, gallega, certera, atinada. Cada año íbamos de viaje a un lugar distinto: de Nueva York a la India». «Ella se apagó poco a poco (escribió en sus memorias) memorias) me quedé partido. Hoy pienso que mi madre se sentía orgullosa orgullosa de mí y que no me lo repetía para no envanecerme», envanecerme», confesaba el gran periodista.