Primera imagen de Sagitario A*, el agujero negro del centro de nuestra galaxia
AyerAyer se publicaba la imagen más nítida jamás conseguida del agujero negro Sagitario A*, en el centro de nuestra galaxia. Ya se sabía que las estrellas de la Vía Láctea orbi-taban orbi-taban alrededor de algo invisible y muy masivo, y esta es la primera confirmación visual de que se trata de un agu-jero agu-jero negro. Este hito científico ha sido posible gracias a una colaboración en la que participaron más de 300 personas de ocho institutos de in-vestigación in-vestigación de todo el mundo. La nueva imagen servirá para contrastar nuestro entendimiento de la física en condiciones de gravedad extrema, un entorno que nunca antes se había observado con tanto detalle. El anuncio se realizó ayer en una serie de siete ruedas de Prensa simultá-neas simultá-neas distribuidas por todo el planeta y los resultados se han publicado mediante diez artículos en la revista «Astrophysical Journal Letters». La participación española procede del Instituto de Astrofísica de Andalu-cía, Andalu-cía, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAA-CSIC), de la Universidad de Valencia y del Instituto de Radioas-tronomía Radioas-tronomía Milimétrica (IRAM).
La imagen es el resultado de las observaciones hechas durante varias noches en 2017 por una red de ocho radiotelescopios distribuidos por todo el planeta: desde Hawaii hasta el Polo Sur pasando por el observatorio observatorio español IRAM en el Pico Veleta, Granada. Combinando las ingentes cantidades de datos que proceden de toda la red se forma el Telescopio del Horizonte de Sucesos y se logra una resolución sin precedentes, precedentes, suficiente para distinguir una naranja posada en la Luna. Los agujeros negros son regiones donde la gravedad es tan fuerte que no deja escapar absolutamente nada. En el centro de nuestra galaxia, a 27.000 años luz de la Tierra, se encuentra uno de ellos, Sagitario A*.
Puede parecer contradictorio que podamos ver, o siquiera fotografiar, un objeto que absorbe toda la luz que recibe. Efectivamente, lo que observamos no es el agujero negro en sí, sino su silueta: la forma oscura oscura que proyecta sobre la luz brillante de la materia que lo rodea, deformada deformada por la gravedad del agujero negro. El borde de la silueta es lo que se conoce como «horizonte de sucesos» y da nombre a los telescopios. Más allá de esa frontera es imposible ver nada. Si la astronomía tiene los ojos puestos en trazar la silueta de los agujeros negros supermasivos es porque su gravedad es tan extrema que nunca hemos llegado a ver cómo se comporta la materia a su alrededor. Tan solo nos podemos guiar por las predicciones de las leyes físicas, pero falta comprobar si la naturaleza se ajusta a ellas. La imagen de Sagitario A* servirá para verificarlo, verificarlo, un paso esencial para entender la relatividad general de Einstein y la teoría que mejor explica lo que sucede en el espacio exterior.