Una oposición vacante
► Es más necesaria que nunca la acción coordinada de los partidos para apuntalar la recuperación
CuandoCuando se escriba la historia de estos tiempos, cuando pense-mos pense-mos en todo lo que ha pasado en apenas unos años, solo entonces podremos calibrar la magnitud de lo que nos ha tocado vivir.
Desde que comenzó la legislatura, allá por enero de 2020, los retos a los que este Gobierno ha hecho frente configuran una lista larga y variada. Desde la pandemia, que supone la mayor crisis sanitaria a la que nuestro país se ha enfrentado en los últimos 100 años, hasta la guerra declarada por Putin en Ucrania, la primera en suelo euro-peo euro-peo desde la II Guerra Mundial. Desde catás-trofes catás-trofes naturales como la erupción de un volcán en la isla de La Palma a la borrasca Filomena. Unos retos cuya superación ha requerido o está requi-riendo requi-riendo determinación, firmeza y agilidad para que sus consecuencias, pese a ser inevitables, sean lo menos lesivas po-sible po-sible para la ciudadanía.
Ante estas circunstan-cias circunstan-cias sobrevenidas, un ciudadano o ciudadana que no vive en nuestro país podría pensar que la oposición política ha unido sus fuerzas a las del Gobierno para hacerles frente y dar una respues-ta respues-ta común en beneficio de los españoles y españolas. Pero no ha sido así. Comenzamos la legislatura viendo cómo el principal partido de la oposición descali-ficaba descali-ficaba día sí y día también al presidente del Gobierno y continuaba con un Partido Po-pular Po-pular reacio a apoyar las medidas encami-nadas encami-nadas a afrontar la pandemia. Ni siquiera el cambio en el liderazgo del partido, tras la destitución fulminante del señor Casado, ha hecho girar la estrategia de confrontación absoluta con el Gobierno, a pesar de que eso supusiera perjuicio para la ciudadanía.
Recientemente, el principal partido de la oposición tampoco ha apoyado el Plan Na-cional Na-cional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales derivadas de la gue-rra gue-rra en Ucrania. Cuando un ciudadano vaya a la gasolinera o le llegue la factura de la luz debe ser conocedor de que el ahorro que puede tener cuenta con el voto en contra del Partido Popular y de Vox, junto a otros. Partidos que durante el paro de los trans-portistas trans-portistas alentaron o no ayudaron a la so-lución so-lución dialogada del problema y que, cuan-do cuan-do ha tocado refrendar los acuerdos a los que se llegó con ellos, se han opuesto.
Piensen que cuando más arrecia la tempestad tempestad fuera, cuando más falta hace arrimar el hombro y remar juntos en la misma dirección, dirección, la respuesta a las dificultades ha encontrado un escollo en los principales partidos de la oposición. Partidos que se dicen de Estado, pero que solo miran por sus intereses tacticistas electorales. Han confundido hacer oposición al Gobierno con hacerla a todo el país.
Y si difícil es dar respuesta a esas circunstancias circunstancias sobrevenidas, más difícil aún es desarrollar una agenda legislativa reformista reformista y de cambio. Sin embargo, lo estamos haciendo. El Gobierno está cumpliendo los compromisos adquiridos con la ciudadanía a pesar de las dificultades que encuentra en el camino. Es un hecho que la recuperación se está produciendo y que nuestro país está recuperando los niveles precovid a un ritmo mayor mayor que nuestros socios europeos. España se encuentra encuentra en niveles de desempleo que no se veían desde el año 2008, antes de la crisis financiera, y en abril más de 20 millones de personas trabajaban en nuestro país, algo inédito hasta ahora.
Detrás de estos números hay ciudadanos y ciudadanas. Personas que hoy tienen más certezas que antes para encarar el futuro y desarrollar su proyecto vital. Hemos de reivindicar reivindicar el trabajo incansable de sindicatos y empresarios, artífices junto al Gobierno y el Parlamento de una reforma laboral histórica, histórica, que nuevamente no contó con el apoyo del PP y Vox para su aprobación, junto junto a otros.
La guerra de Putin está teniendo unas consecuencias que sufrimos todos. La injusta injusta e ilegal invasión de Ucrania hace más necesaria que nunca la acción coordinada de los partidos para apuntalar la recuperación recuperación y hace imprescindible imprescindible el sentido de Estado Estado para evitar pasos atrás. El PP de Feijóo debería desmarcarse de lo que su antecesor bloqueaba, si no por convencimiento, sí para cumplir con la Constitución, renovando renovando el Consejo General del Poder Judicial e invitando a sus líderes regionales a la moderación. moderación. Bajar el nivel de ruido en el espacio espacio público y ejercer una oposición leal y constructiva. De lo contrario, el cambio de líder en el Partido Popular habrá servido de poco a la ciudadanía, que esperaban una derecha centrada.
De Vox poco podemos esperar. Sería suficiente con que dejasen de atacar atacar el Estado de las Autonomías, Autonomías, las leyes que protegen a las mujeres de la violencia de género, y se sumaran a quienes queremos frenar el cambio cambio climático apostando por la sostenibilidad y las energías limpias. Es decir, decir, nos conformaríamos con que diesen la bienvenida bienvenida al siglo XXI y abandonasen abandonasen la década de los 50 del siglo XX. Pero, como digo, poco se espera espera de un partido que pretende pretende reformar la estructura estructura territorial de España para acabar con las comunidades comunidades autónomas, según afirmó, paradójicamente, paradójicamente, el flamante vicepresidente vicepresidente de la Junta de Castilla y León.
De cara al futuro, el Grupo Socialista seguirá desplegando toda la capacidad capacidad de negociación en pro del bienestar de la ciudadanía, como hasta ahora. Hasta ahora hemos hemos abordado retos como el cambio climático y aprobado nuevos nuevos derechos como el de la muerte digna, porque hemos sido capaces de hablar y entendernos entendernos con casi todos los demás partidos. partidos. Somos conscientes de la situación a la que se está enfrentando nuestro país en un contexto de incertidumbre máxima. Tendimos Tendimos la mano a los acuerdos porque entendimos entendimos que salir airosos de la tormenta no es solo cosa del capitán, sino que toda la tripulación ha de remar en el mismo sentido. sentido. Quienes libremente decidan no coger esa mano tendida, por un cálculo electoral, deberán dar cuenta a la ciudadanía. Han de ser los españoles y españolas quienes juzguen juzguen nuestra labor como legisladores, pero es nuestra labor como legisladores trabajar día a día pensando en una España mejor. Hagámoslo juntos, lo mejor de nuestro país está por llegar.
Toda la tripulación ha de remar en el mismo sentido