Viajes contra Putin: el plan alemán para ahorrar gas
► Las agencias de viajes piden subvencionar los viajes de los jubilados al sur de Europa
Alemania es uno de los países de la Unión Europea cuya industria podría verse más afectada ante un embargo de gas ruso. Unos 230.000 jubilados viven en el extranjero extranjero y cientos de miles más pasan los meses más fríos en países países con climas más cálidos. De ahí viene la idea de
Marija Linnhof, la presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes Autónomas Independientes Independientes (VUSR) alemana, que propuso incentivar viajes largos largos para este grupo social durante durante el invierno con un bono de 500 euros. Ello, además, sería justo, han argumentado algunos medios, medios, ya que para los jubilados el gobierno hasta el momento no ha previsto ayudas específicas para hacer frente al aumento de la inflación.
La noticia ha tenido una gran repercusión en el país y en la prensa prensa extranjera. Linnhof emitía un comunicado el lunes explicando que se alegra de que su propuesta «haya llevado a un debate muy vivo, ya que todos los sectores deben deben contribuir en la actual crisis masiva a reducir el consumo de energía». Habría que «discutir todas todas las posibilidades de forma abierta y juntos decidir lo que es posible». Para la presidenta de la asociación, que representa a unas 7.000 oficinas de turismo alemanas, alemanas, «unas vacaciones vacaciones bien planificadas planificadas para pasar el invierno en lugares más calurosos es una opción a ser estudiada estudiada con seriedad seriedad en varios sentidos porque puede ahorrar energía que vamos a necesitar en la industria y en otros ámbitos relevantes para el sistema en los próximos meses».
Para cada persona sería una opción individual hacer uso de una oferta como esta y también el gobierno sería libre de bonificar este tipo de viajes. Al tiempo que se ahorra en calefacción, «se ayudaría ayudaría también al sector del turismo turismo en muchas regiones muy afectadas afectadas por la pandemia del coronavirus». Linnhof había hecho hecho la propuesta en una entrevista entrevista con el diario en alemán editado en Baleares « Mallorca Zeitung», al que había explicado que un viaje viaje organizado de 15 días a Mallorca Mallorca costaba unos 1.300 euros con media pensión. Un viaje con tan solo vuelos y alojamiento sería posible a partir de 950 euros y proponía proponía por ello un bono de unos 500 euros para un paquete de dichas dichas características.
La propuesta ha sido alabada y criticada, pero el gobierno alemán no se ha pronunciado hasta ahora. ahora. Lo cierto es que la voz de esta representante de la industria no quedará en las entrevistas que ha concedido, ya que el Ministerio de Economía la nombró miembro del Consejo del Turismo alemán el pasado abril. En una entrevista con la web «Turistik Aktuell», explicaba explicaba Linnhof que lleva tres décadas décadas en el sector y empezó con su propia agecia de viajes, que la guerra de Ucrania «tendrá consecuencias consecuencias muy relevantes para nuestro sector» y que la voz de las oficinas puede servir al gobierno de «sismógrafo de la situación del sector ».
Las reservas suben un 135%
El invierno es aún un misterio, pero sobre el verano ya se sabe que las reservas para viajes vacacionales vacacionales han vuelto a niveles de antes de la pandemia, al menos en lo que se refiere a las últimas seis semanas y en el caso del gigante gigante alemán TUI. Su jefe, Friedrich Friedrich Joussen, explicaba el miércoles que las reservas han crecido un 135% con respecto al mismo periodo periodo del año anterior. Norbert Kunz, Jefe de la Federación Alemana Alemana de Turismo (DTV) explicaba explicaba al diario « Handelsblatt » que el sector podía estar tranquilo este verano y que hay buenos datos de reservas para muchos destinos. Turquía, Egipto y España, con Mallorca Mallorca a la cabeza, son los destinos más reservados según Torsten Schäfer, portavoz de la Asociación Alemana de Viajes (DRV) en entrevista entrevista con la segunda televisión pública «ZDF».
Por ahora, los alemanes están primando aquellos viajes en los que se garantiza la flexibilidad y precios bajos, con numerosas reservas reservas de última hora, en buena parte por las experiencias pasadas de cambios imprevistos de los dos últimos años de pandemia. A partir partir del verano, el sector tendrá que hacer frente a dos retos principales: principales: el aumento de los carburantes y en consecuencia del precio de los billetes de avión, así como al miedo de los consumidores por la inflación creciente.