¡Que se acabe el entremés!
VivimosVivimos un momento en el que todo parece provi-sional. provi-sional. Se siguen viendo muchas mascarillas es-perando es-perando a que la Covid 19 deje de infectar. Se desea, con cierta resig-nación resig-nación sobre el resultado final, que la guerra de Ucrania termine y se mira con preocupación la subida de precios, con la esperanza de que pase pronto. En cuanto al panorama político, la legislatura avanza con la seguridad de que le queda poco. Podemos está en fase de autodes-trucción, autodes-trucción, Cs agoniza, los indepen-dentistas indepen-dentistas predefinen a marchas forzadas su estrategia teniendo cla-ro cla-ro que lo importante es seguir tiran-do tiran-do del ronzal al Gobierno y Vox practica surf en lo alto de la ola.
En cuanto a los actores principa-les, principa-les, siguen desorientados. El PP no termina de consolidar su proyecto, encallado en sus contradicciones internas sobre el nacionalismo cen-tralista cen-tralista de Aznar y la necesidad de dejar de ser marginal en Cataluña. En Andalucía libran su otra batalla: la de no dejarse arrebatar por Vox la posibilidad de ganar al PSOE en Es-paña. Es-paña. Por su parte, los socialistas siguen confiando en que no se con-solide con-solide una alternativa. Sánchez ne-cesita ne-cesita más a Vox que a Podemos y en los próximos días confrontará casi en exclusiva con la extrema de-recha de-recha para noquear a Feijóo.
Entre tanto, las noticias caducan tan rápido que es difícil recordarlas. Atrás quedaron los problemas con la pandemia, el confinamiento o las controversias con la vacunación. La caída de Casado parece que sucedió hace 20 años y Pegasus ha pasado de moda. Los separatistas sacan ta-jada ta-jada y Sánchez parece estar muy contento de haber sido espiado. Las previsiones económicas son pre-ocupantes, pre-ocupantes, si no hay crecimiento suficiente, el paro y la carestía de la vida nos tirarán a una nueva crisis, pero con la promesa de abaratar el precio de la luz, todo resuelto. La legislatura llegará al final con el go-bierno go-bierno de coalición roto y la sensa-ción sensa-ción de que salimos de una transi-ción transi-ción aunque nadie tiene claro que nos espera después. Es como un entremés con pésimo guion, pero no importa, porque todo el mundo espera el comienzo del primer acto de la obra de verdad, que la repre-sentarán repre-sentarán actores de mejor nivel.