De pícaras a juglares
«MALVIVIR»
★★★★★
Autor: Álvaro Tato (a partir de las novelas de pícaras del Siglo de Oro). Director: Yayo Cáceres. Intérpretes: Aitana SánchezGijón, SánchezGijón, Marta Poveda y Bruno Tambascio. Naves del Español (Sala Max Aub-Matadero), Madrid. Hasta el 5 de junio.
« Malvivir» es un espectáculo concebido como un gran juego, rico y complejo, que homenajea a un género ya de por sí juguetón, juguetón, como es la novela picaresca, y pone de relieve con precisión los mismos asuntos que este género trataba de abordar. A partir de las novelas de pícaras del Siglo de Oro, Álvaro Tato ha elaborado una estupenda dramaturgia para recorrer la vida de Elena de Paz, una mujer, como tantas pudo haber, que sobrevive a la propia vida, y cuyas ansias de amor y libertad entran en cruenta batalla con el miserable destino que rige su estrato social humilde. Sin embargo, desde el punto de vista teatral, más importante que la historia de Elena de Paz, que funciona como epítome de la desventurada vida de todas las pícaras, es la manera en la que está escenificada. Porque « Malvivir» es un puro festín de teatralidad con incontables guiños a la comedia del arte, al clown, a la narración oral, a la juglaría y hasta a las propias convenciones de la representación. representación. Y pocas veces tiene uno el placer de ver tal cantidad de hallazgos en el lenguaje escénico; hallazgos que se suceden sin descanso de principio a fin con la exclusiva intención de favorecer la acción y dotarla de ritmo. Lo que Yayo Cáceres hace aquí es, sencillamente, dar una clase magistral de dirección sin que se note que la está dando. Pero nada podría ser como es si las dos actrices protagonistas no se dejaran la piel prestándose a ese difícil y exigente juego ideado para ellas por el director. Llama la atención, en primer lugar, la valentía de Aitana SánchezGijón: SánchezGijón: no es habitual que una actriz famosa salga de su zona de confort, se baje al barro, como tiene que hacer aquí, y se ponga a trabajar en él con ahínco para que destaque un conjunto del que ella es solo una parte. No se trata de una estrella haciendo un gran personaje, sino de una muy buena actriz que tiene que defender con oficio una diversidad de personajes dentro de una propuesta que requiere armonía, armonía, sentido coral y generosidad. Y junto a ella, con el mismo protagonismo en la obra, pero brillando con mayor intensidad, Marta Poveda. Está inconmensurable; inconmensurable; no se me ocurren más adjetivos para definir el trabajo, rebosante de energía, talento, gracia y hondura, que hace aquí la actriz. Creo, honestamente, que es lo mejor y más completo que ha hecho en su luminosa carrera.
Lo mejor ► Magistral el cruce de personajes que hacen las dos actrices a mitad de la función
Lo peor ► Tal vez haya que tener afición a la novela picaresca para disfrutarla plenamente