Una herencia agotada
SuSu decisión no ha sor-prendido sor-prendido a los grupos municipales de la opo-sición. opo-sición. De nuevo Ada Colau, imputada por supuestas irregularidades en sub-venciones sub-venciones a un entramado de enti-dades enti-dades sociales afines a su partido, Barcelona en Comú, se atrinchera en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal y anuncia que se presenta a un tercer mandato. La antigua acti-vista acti-vista contra la burbuja inmobiliaria y los desahucios deja una herencia desastrosa, que ahora pretende per-petuar. per-petuar. Un proyecto agotado que ha convertido una ciudad antaño cos-mopolita, cos-mopolita, atractiva y próspera en decadente, gris, enemiga de la ini-ciativa ini-ciativa empresarial, comercial y turística. Su gestión es fuertemente criticada por sectores económicos y partidos de la oposición que de-nuncian de-nuncian un mandato perdido de espaldas a la seguridad, el buen ur-banismo, ur-banismo, limpieza, civismo y mo-delo mo-delo turístico. Para ERC y JuntsxCat los ocho años de Colau son «la peor herencia para un futuro gobierno» y aventuran un fin de ciclo. El porta-voz porta-voz del PP, Josep Bou, vaticina que un tercer mandato de Colau «aca-bará «aca-bará de destrozar la ciudad en ma-nos ma-nos del populismo y la decaden-cia». decaden-cia».
Tal vez por problemas de los Co-munes Co-munes para encontrar un nuevo candidato, o porque ella misma no ve muy claro el éxito de su colega izquierdista Yolanda Díaz, bajo ese lema tan cursi de «Sumar», lo cierto es que la antigua activista populista contra los desahucios y nula expe-riencia expe-riencia en gestión pública incumple el código ético de su partido, que limita dos mandatos en el Consisto-rio, Consisto-rio, y concurre a un tercero. No es nuevo en ella, ya que también se lo pasó por el forro al ser investigada por las subvenciones municipales a entidades afines, mientras la norma ética del partido establece la renun-cia renun-cia de forma inmediata de cualquier cargo público ante la imputación judicial por delitos de corrupción, prevaricación, tráfico de influen-cias, influen-cias, sobornos, enriquecimiento ilegal, fraude contractual y malver-sación malver-sación de fondos públicos en interés propio o de terceras personas. «Está fuera de lugar», sentencia la regido-ra, regido-ra, convencida de que esta denuncia acabará en nada, ya que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido al juez el archivo de la causa. A pesar de que las críticas a su gestión son un cla-mor cla-mor en sectores empresariales de Barcelona y en los grupos de la opo-sición, opo-sición, Ada Colau se ve llena de mé-ritos mé-ritos para optar a una tercera reelec-ción reelec-ción y culminar la transformación de la ciudad. Muchos se echan a temblar.
De manera que en los floridos jardines de Horta-Guinardó, rodeada rodeada de sus leales, la alcaldesa compareció compareció bajo el eslogan « Barcelona gana vida». Aseguró que es un honor repetir y piensa ganar, que su partido partido aplica la cláusula de excepcionalidad excepcionalidad para ello, y defiende su modelo modelo de ciudad «sana y sostenible», cuando la realidad aflora datos de violencia, suciedad y, según sectoreseconómicos, sectoreseconómicos, tapona lainversión, libertad empresarial y seguridad jurídica. La alcaldesa se mueve entre entre el lío de ayudas a entidades como el Observatorio Desc, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), de la que fue fundadora, Ingenieros sin Fronteras o Alianza contra la Pobreza Pobreza Energética, todas ellas vinculadas vinculadas al partido de Barcelona en Comú, incrementadas en casi un setenta por ciento desde que los Comunes accedieron al poder municipal. municipal.
Ada Colau Ballano pertenece a esa clase de activistas y agitadores callejeros que luego, por mor de la política, se entronizaron en la casta que tanto atacaban.
Nacida en Barcelona, hija de padres padres divorciados desde los tres años, su padre Ramón Colau Ramí es creativo publicitario ya jubilado y reside actualmente en la Isleta del Moro, Almería, dónde ella suele pasar pasar los veranos. Su madre, Agustina Ballano Bernal, nacida en Almazán, Soria, trabaja en una inmobiliaria y tuvo con su nueva pareja otras tres hijas, Lucía, Clara y Alicia. La hoy alcaldesa se crió en el barrio de El Guinardó, inmortalizado en su magnífica novela por Juan Marsé. Estudió en la academia Febrer y comenzó comenzó Filosofía en la Universidad de Barcelona, carrera que no superó para la licenciatura. Tras una breve presencia televisiva, inició su activismo activismo social primero en las protestas protestas contra la guerra del Golfo, y sobre todo en el movimiento okupa, anti desahucios y por una vivienda digna en España. «Haré siempre vida de activista», decía Colau en el año 2000.
Conoció a su actual pareja, Adriá Alemany, licenciado en Económicas Económicas por la Universidad Pompeu Fabra Fabra de Barcelona, en los movimientos movimientos okupas contra el sector inmobiliario. Junto a él fue una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que aglutinaba protestas contra esta problemática social, deudas hipotecarias hipotecarias y desahucios, en una serie de asambleas ante el impago de las deudas contraídas con las entidades bancarias. Ante los desalojos, Ada Colau se convirtió en una especie de musa de los afectados y adquirió gran notoriedad mediática aunque, curiosamente, ella nunca estuvo hipotecada. Durante esos años protagonizó protagonizó cientos de foros y protestas al frente de la PAH y otros observatorios, observatorios, algunos de ellos ahora financiados financiados por el Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona, hasta colaborar con el movimiento 15-M dónde conoció al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
En mayo de 2014 dejó la PAH y presentó Guanyem Barcelona, una plataforma ciudadana para una candidatura a las elecciones municipales, municipales, a las que concurrió bajo la marca Barcelona en Comú con otros grupos de izquierda, entre ellos Podemos. En 2015 logró una gran victoria con once concejales y fue investida alcaldesa de la Ciudad Condal. Desde entonces, su mandato mandato ha estado salpicado de polémicas polémicas como la retirada del busto del Rey Juan Carlos del Salón de Plenos, sus ofensivas contra la religión con poemas injuriosos, enfrentamientos enfrentamientos con los empresarios de la restauración restauración y las Fuerzas Armadas, declarando declarando «non grata» la presencia de los Ejércitos en Barcelona. En noviembre noviembre de 2017 se rompió el pacto que mantenía con el PSC, en protesta protesta por la aplicación del artículo 155 contra el «procés». Mujer polémica, madre de dos hijos, Luca y Gael, confesó un día su bisexualidad y haber mantenido una relación con una joven italiana. Su pareja, Adriá Alemany, que trabaja en el partido, alabó el gesto y proclamó su «orgullo «orgullo de compañera».