El calor, una alerta que llega a todos
ComoComo cada año, con el verano llegan, desafortunadamente, periodos de sequía e incendios. En los últimos años hemos vis-to vis-to cómo el termómetro no deja de ir en aumento y esta realidad –como conse-cuencia conse-cuencia del calentamiento de la atmósfe-ra– atmósfe-ra– está teniendo efectos devastadores en nuestras tierras, bosques, ríos y mares. Mientras que las sequías sensibilizan en primera instancia a los agricultores y los incendios a quienes el fuego deja sin hogar, el calor extremo es una alerta que nos llega a todos y la amenaza más preocupante si pensamos que el calor que hoy experimentamos experimentamos irá en aumento en el futuro.
En el contexto de la nueva ola de calor que azota a España (y gran parte de Europa), Europa), el nuevo periodo de sequía intensa y los múltiples incendios que estamos viviendo, viviendo, desde la Fundación We Are Water hacemos un llamamiento a la reflexión y recordamos la importancia de generar una nueva cultura del agua.
Todos los estudios climáticos auguran que las olas de calor serán cada vez más intensas, frecuentes y largas. Esta tendencia tendencia la podemos ver claramente con los datos datos de los últimos años: entre 1975 y 1990 no hubo más de dos olas de calor en un mismo año; entre 2011 y 2019 hubo tres años con al menos tres; y en 2017 hubo cinco. En uno de estos episodios alcanzamos alcanzamos el récord de temperatura máxima en España, 47,2 ºC, y cuatro años más tarde, el mismo observatorio andaluz de Montoro Montoro batió su propio récord: 47,4 ºC en agosto agosto de 2021.
Tal como señalan algunos científicos, las olas de calor nos pueden servir para acelerar acelerar la toma de decisiones, medidas y acciones acciones para mitigar el calentamiento atmosférico atmosférico y adaptarnos, a su vez, a él: reducir los gases de efecto invernadero, aumentar la vegetación en las ciudades, reducir los sistemas de riego de superficie, reformar los edificios a nivel de ventilación y, por supuesto, intensificar los esfuerzos para garantizar el acceso universal a agua y saneamiento.
En el mundo de las tierras secas, donde más de 2.500 millones de habitantes se debaten debaten en la incertidumbre de la inseguridad inseguridad hídrica, España tiene la oportunidad de ser una referencia esperanzadora.